miércoles, 4 de junio de 2014
Una multinacional bloquea un proyecto de ley contra el terrorismo
© REUTERS Alberto Lowe
No es de extrañar que la bananera Chiquita, que pagó a unas milicias colombinas calificadas de terroristas, esté tratando de detener un proyecto de ley en EE.UU. que haría más fácil demandar a los que financian terroristas, publica 'The Daily Beast'.
Chiquita se ha gastado alrededor de 780.000 dólares en el último año y medio para bloquear un proyecto llamado Ley de Justicia contra los patrocinadores del terrorismo (JASTA, por sus siglas en inglés) que tiene como objetivo agilizar las demandas de las familias de las víctimas del atentado contra las torres gemelas en Nueva York el 11 de septiembre de 2001, según un reporte del diario 'The Daily Beast'.
El proyecto de ley intenta corregir el actual sistema judicial que impide a las víctimas del 11-S introducir un recurso legal en contra de los que ayudaron a patrocinar los ataques al World Trade Center, y eliminar la llamada 'inmunidad soberana' de Arabia Saudita, la cual ha protegido a las entidades de beneficencia del Gobierno saudí frente a las demandas de dichas víctimas que las acusaban de apoyar esos ataques.
Antecedentes de Chiquita
Aunque la bananera Chiquita no tiene ninguna relación con los ataques del 11 de septiembre, la empresa ya se ha enfrentado a la justicia estadounidense por tener lazos con otros terroristas. En 2007 la compañía frutera fue multada con 25 millones de dólares luego de que se demostrara que entregó un total de 1,7 millones de dólares a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), un grupo paramilitar de extrema derecha considerada como una organización terrorista por EE.UU. y la Unión Europea.
Chiquita asegura que fue extorsionada, aclarando que los pagos fueron en reacción a las amenazas de violencia contra los trabajadores de la compañía en Colombia, donde opera desde hace más de 100 años.
¿Qué teme Chiquita?
'The Daily Beast' subraya que el dinero que la compañía estadounidense (antes conocida como United Fruit Company) ha desembolsado para cabildear el proyecto de ley demuestra que dicha ley puede realmente ser una amenaza para ellos. El rotativo pone en consideración dos puntos: que la empresa tiene una historia de pago a terroristas y que una eventual ampliación de la responsabilidad para los que han ayudado al terrorismo podría ponerla en serios problemas con la justicia de EE.UU.
Por su parte, la empresa subraya que en general apoya los objetivos del proyecto de ley y que su único interés es "garantizar que la legislación no promueve inadvertidamente un litigio contra las personas y empresas que, como Chiquita, fueron víctimas de la extorsión por parte de grupos terroristas".
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