miércoles, 23 de julio de 2014
El extraño caso de la “desaparición” de 55 millones en Pemex
Rodrigo Hernández López.
Hace algunos días se reveló que Francisco Leonardo Santos Rodríguez y Héctor Omar Reynoso López, empleados de la Dirección Jurídica de Pemex presuntamente fingieron el pago de 55 millones de pesos a la empresa Acrux, que era el pago de una deuda por una obra en 2008 efectuada en Veracruz.
De acuerdo con Armando Estrop quien publicó la nota en Reporte índigo, tuvo acceso a un documento confidencial donde Pemex reconoce que no tiene registro de ese pago.
Estrop refiere que el fraude fue consumado de la siguiente manera: “Para fingir que el acreedor recibió el pago del adeudo, los abogados falsificaron la firma del dueño de la empresa y lo certificaron con el aval del notario Manuel Brito Gómez, con sede en Coatzacoalcos, Veracruz”.
El reportaje destaca que “el joven fedatario público es hijo del exlíder del PRI en el estado de Veracruz, que lleva exactamente el mismo nombre y es uno de los políticos más cercanos al exgobernador Fidel Herrera”.
José Benssusen, propietario de Acrux acudió a exigir el pago, pero el dinero nunca llegó, ante este hecho demandó a Pemex y evidenció el delito de falsificación.
El servició que fue requerido por Pemex fue “un proceso de limpieza en la playa de Cong, Allende y Laguna de Pajaritos, debido al rompimiento del oleoducto Nuevo Tapa y la idea era que Benssusen pagara una cantidad por la cesión de la obra, identificada con el número SDSE-OPU81-174/2004, la terminara y cobrara la parte final a Pemex”.
Ahora la Procuraduría General de la República, deberá sumar esta investigación al caso de corrupción en Oceanografía que ha vuelto a poner a Pemex en la mira del ojo público, ante estos escándalos.
Pero esta no es la primera vez que algo así ocurre, pues el diario La Jornada informaba el 10 de mayo del 2012, que había una desaparición contable de casi 400 mil millones de pesos en Pemex Exploración y Producción (PEP), que correspondían a pérdidas en instrumentos financieros colocados fuera del país en 2009.
El pasado 13 de junio de este año, Pemex informó que está desarrollando un mecanismo llamado bóveda electrónica para que los contratos que la paraestatal celebre con cualquier empresa, y que ésta tenga una relación bancaria, puedan ser consultados a través de internet.
Emilio Lozoya Austin, director de la paraestatal aseguró que “si esta bóveda hubiera existido en los últimos años, el fraude entre Oceanografía y Banamex hubiese sido evitado”. Y adelantó que se está trabajando con la Asociación de Bancos de México para acelerar la implementación del sistema.
El extraño caso de la “desaparición” de los 55 millones, se suma a las cuantiosas pérdidas que la paraestatal ha sufrido en los últimos años, pues de acuerdo con algunas estimaciones Pemex ha perdido 7 mil millones de pesos por robo en tomas clandestinas en el 2013.
Este fin de semana el Senado de la República aprobó la legislación secundaria de la Reforma Energética y Enrique Peña Nieto escribió en su cuenta de twitter que con ella se “incrementará nuestra seguridad energética, elevará la competitividad del país y significará ahorros para las familias mexicanas”.
Pero a pesar de todo eso, ahí en el olvido, se quedó la pregunta que el cineasta Alfonso Cuarón le hizo a Peña Nieto “en un país con un Estado de Derecho tan endeble (y muchas veces inexistente) como el nuestro, ¿cómo podrán evitarse fenómenos de corrupción a gran escala?”.
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