“Él lo único que hizo fue echarse hacia atrás y señalar con su dedo índice el rótulo de la página web que estaba en la puerta del lado derecho de la unidad ombudsmovil", como diciendo que cualquier ayuda que necesitaramos, la debíamos solicitar por ese medio, señaló Jesús González, coordinador de comunicación social del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD).
(SDPnoticias.com).- Tras escapar de los golpes, las patadas y el gas pimienta que policías locales y federales sorrajaban contra todo el que se les interpusiera, en su objetivo por tomar el control del Zócalo capitalino, la noche del pasado 20 de noviembre, Jesús González, coordinador de comunicación social del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), acudió a personal de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) para solicitar su apoyo, a lo que éstos respondieron de forma por demás indiferente, señalando que otros compañeros ya atendían la situación y recomendando que si necesitaban ayuda, consultaran el portal electrónico del organismo.
González acudió a la marcha de ese día con su esposa y su hija. Los tres resultaron golpeados por policías cuando se encontraban en la Plaza de la Constitución, de donde lograron huir a paso veloz. Cuando caminaban por Avenida Juárez, encontraron dos camionetas de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), hacia las que se dirigieron ante los hechos que estaban ocurriendo en el Zócalo.
Las unidades, conocidas como “ombudsmovil”, estaban estacionadas a la altura del Hemiciclo a Juárez, en una de esas calles que existen ahí transversales a Avenida Juárez.
“Las personas a las que nos dirigimos fueron dos. Una de ellos era del sexo masculino. Estaba de pie afuera de la camioneta chupando una paleta de dulce. Y la otra persona, era del sexo femenino, ésta estaba adentro de la camioneta, tenía abierta su puerta y estaba con su celular, seguramente estaba chateando”, explicó González en entrevista con El Universal.
“Mi primera pregunta hacia ellos fue. ‘-¿Ya saben lo que está sucediendo en el Zócalo? Y el joven con paleta en mano, se la saca de la boca y me responde de manera irónica. -‘Ya hay compañeros míos allá... Entonces yo le insistí. –‘No te pregunté eso, quiero saber ¿si ya sabes tú lo que está sucediendo en el Zócalo, o no? A lo que me contestó. –‘Sí, ya hay compañeros míos allá”, recalcó.
Enseguida, se acercaron otras personas que también habían sido golpeadas en inmediaciones al Zócalo, por lo que también solicitaron apoyo de la CDHDF, sin embargo, la respuesta del muchacho fue aún más indiferente de la que ofreció a González y su familia.
“Él lo único que hizo fue echarse hacia atrás y señalar con su dedo índice el rótulo de la página web que estaba en la puerta del lado derecho de la unidad ombudsmovil.
Ni siquiera nos dijo, ‘si necesitan de algún apoyo pueden hacerlo en la página web’, o algo así. No. A través de comunicación no verbal se echó para atrás y señaló la página web”, como indicando que todas sus denuncias las canalizaran a ese portal, explicó el representante del IMDHD.
Entonces, “yo le dije que no nos podía contestar así; que era un servidor público, que tenía que darnos algún tipo de orientación, de apoyo o de algo, y fue entonces cuando la chica que estaba sentada, guardó su celular, se dirigió a mi esposa y le dijo ‘-Pero también hay gente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos allá, a lo que mi esposa contestó que eso no nos importaba, dado que lo que nosotros pedíamos en ese momento era auxilio de su parte”, expuso.
La indignación por el ataque de los policías, la respuesta de quienes deberían velar por los Derechos Humanos en el DF y el temor de haber visto a una turba de ciudadanos correr en completo estado de pánico, hicieron que González y las demás personas que reclamaban a los presuntos integrantes de la CDHDF, se retiraran del lugar.
Aunque González reconoció durante su charla con El Universal, que no tenía nombres ni placas de las personas que “los atendieron”, criticó que esa misma mañana la titular de la Comisión (Perla Gómez), presumiera con la periodista Carmen Aristegui, que desplegarían todo un operativo de apoyo a la ciudadanía”, cuando en el momento que de verdad se les necesitaba, ni siquiera recibieran una muestra de interés por su bienestar.
Con información de El Universal.
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