sábado, 28 de febrero de 2015
Implante coclear recupera audición en 90% de niños con sordera
MILENIO Guadalajara
Es difícil imaginar el impacto de vivir sin poder escuchar ni un solo sonido. Ni la música, ni la voz de los que amas, ni las risas. Nada. Oír con dificultad o sólo algunos ruidos confusos y lejanos. Esta es la realidad para cientos de personas en México, donde la segunda discapacidad más frecuente es la pérdida auditiva que, sin importar su origen, afecta la comunicación con el mundo y suele provocar aislamiento, discriminación y limitar las oportunidades de desarrollo de quienes la padecen.
El 16.5 por ciento de la población nacional tiene pérdida auditiva y uno de cada diez de quienes la padecen son niños (INEGI, 2013), refirió Gonzalo Corvera Behar, fundador de la Asociación Mexicana para la Audición “Ayúdanos a Oír” A.C. (Amaoír).
“Nada más considerando niños que en principio son sanos, entre dos y tres de cada mil nacen con una pérdida auditiva importante. Eso es equivalente a la suma de todas las enfermedades que buscamos en el tamiz metabólico neonatal. Es una de las discapacidades de nacimiento más frecuentes que existen”, indicó en entrevista con MILENIO JALISCO.
Para el 90 por ciento de estos niños existe una alternativa de tratamiento que permite recuperar la audición: el implante coclear, un dispositivo tecnológico que sustituye las funciones pérdidas o nunca adquiridas del oído. Dicha prótesis está indicada “a cualquier persona que su daño auditivo sea profundo y provenga del oído interno, o sea, no del nervio o del Sistema Nervioso Central, ni de los huesecillos para lo cual hay otros tratamientos”, precisó.
Corvera -quien realizó el primer implante coclear en México hace 25 años- explicó que los problemas del oído medio son más frecuentes pero por lo general curables. Y entre los que generan discapacidad permanente “la inmensa mayoría son del oído interno… un 99 por ciento”.
El implante coclear se usa cuando la pérdida auditiva es tan profunda que los auxiliares auditivos convencionales no permiten entender la voz, el lenguaje hablado. Es la única opción para recuperar la audición –nunca normal- o de lo contrario abandonar esa posibilidad y comunicarse por lenguaje de señas. No hay más, comentó.
Este dispositivo funciona como una pequeña computadora que sustituye al oído humano. “El primer sentido que puede ser sustituido por una máquina”, destacó el médico. El aparato consta de una parte que se implanta quirúrgicamente dentro del hueso que rodea el oído, la cual captura el sonido, lo decodifica y convierte en una señal eléctrica que envía al nervio auditivo; y otra parte que se coloca en el exterior, bastante parecida a los aparatos auditivos comunes.
Hay diferentes tipos y marcas de dispositivos, pero el funcionamiento esencial es similar, aclaró. Además se requiere de una terapia ya que el aparato “es una maravilla tecnológica pero no es lo mismo que el oído natural, hay que enseñar a entender lo que se está escuchando”.
Y es que un bebé con sordera tiene un tiempo limitado para generar habilidades y poder hablar, de ahí que sea importante el tamiz neonatal (debe practicarse en todos los hospitales) para detectar esta disfunción y colocar el implante lo antes posible. Cuanto más tiempo pase, más complicada será su integración a la sociedad. Si la persona ya sabía hablar antes de perder la audición, no hay limitantes, dijo.
El programa de Amaoír, asociación fundada en 1995 por Gonzalo Corvera, está enfocado en niños menores de seis años a fin de que tras la cirugía sigan una terapia auditiva-verbal y puedan integrarse al sistema educativo regular al arrancar la primaria, comunicarse con los otros y aprender sin requerir de ningún tipo de apoyo especial de la escuela.
Corvera Behar ha colocado más de 900 implantes cocleares, siendo el único en México durante una década. Hoy existen unos diez equipos médicos reconocidos que hacen este implante en el país. También algunos otorrinos en lo particular pero éstos sin dar seguimiento a la terapia, lo que cuestionable, opinó.
Pese a ser uno de los avances tecnológicos más sobresalientes en el mundo de la medicina, que mejora la calidad de vida de los pacientes y posibilita la integración a un mundo oyente, no todos los niños con sordera tienen acceso a un implante coclear. Principalmente por falta de recursos económicos, pues esta cirugía no es cubierta por el sistema de salud público. Amaoír recauda fondos para sufragarla y que los niños puedan comunicarse y ser autosuficientes.
El especialista ejemplificó que el tratamiento inicial equivale a un año de terapia de diálisis –unos 300 mil pesos- y el mantenimiento anual (calibración) ronda la décima parte. El aparato tiene garantía de diez años, tras los cuales debe sustituirse.
“El costo realmente es alto, pero no tanto… Como país deberíamos poder cubrirlo, y no lo estamos haciendo”, apuntó Corvera.
Claves
IMPLANTE COCLEAR
Un implante coclear es un pequeño dispositivo electrónico que ayuda a las personas a escuchar. Se implanta por medio de una cirugía
El primer implante coclear se instaló el 25 de febrero de 1957, por los otorrinos André Djourno y Charles Eyriés. En su honor se celebra en esta fecha el Día Mundial del Implante Coclear
En México, el primer implante coclear lo colocó Gonzalo Corvera Behar hace 25 años. A la fecha lleva 900 implantes cocleares, el 75% en niños
Cerca del 50% de implantes cocleares que se colocan cada año en México tienen apoyo de Amaoír
Las familias de los pacientes y la asociación participan en la recaudación de fondos para la cirugía, el dispositivo y calibraciones periódicas y la terapia auditivo verbal
Los candidatos son niños con sordera profunda de nacimiento diagnosticada a temprana edad, y personas que perdieron la audición después de hablar
El tamiz auditivo neonatal debe realizarse el primer mes de nacido para detectar oportunamente a bebés con pérdida auditiva o sordera
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