Cuando hace unos meses alguien me interrogó sobre lo sucedido con los normalistas en México, mi respuesta fue un tanto confusa y llena de interrogantes, a los que hoy todavía seguimos buscando una respuesta.
Esa misma persona que me preguntó, una amiga que vive a diez mil kilómetros de distancia, en una pequeña población llamada Malgrat de Mar, cercana a Barcelona, escribió un poema dedicado a las madres de aquellos estudiantes desaparecidos, hoy, la casualidad ha querido que aquel escrito hecho con sentimiento y amor, llegara a manos de ellas y la emoción vuelta lágrimas se haya impuesto a la triste realidad.
El pasado domingo todas y cada una de las madres recibieron la poesía entregada por un estudiante de la normal, imagino la sorpresa de las primeras y también la solidaridad de la desconocida.
Montserrat Pellicer Mateu, poetisa catalana, tremendamente humanista, envuelta de cada suspiro que las madres de los desaparecidos derraman, debe sentir en carne propia el sentimiento de soledad y abandono a que se ven expuestos unos personajes que distan tantos y tantos kilómetros, pero que ella ha hecho suyo.
Sus palabras; “aquestes petites coses són les que empenyen a seguir endevant” (esas pequeñas cosas son las que empujan a seguir adelante), son el sentir de algo más que solidaridad, es el sentir de una madre que sin conocer a nadie, ha hecho de un triste incidente llevado a cabo por manos asesinas, su propio calvario.
Desde México unas cortas palabras; “Gràcies Montse”.Lloran las madres de México,
lloran,
-¿dónde estás hijo mío, dónde estás desprovisto de tus ropas?
¿Intentando arrebatarte la dignidad?
¿quién mecerá tus miedos?-
¡que solo estás!
y sé que asustado has llorado,
para no ser un cobarde,
solo,
esta soledad que puedo sentir
que me entristece, me enloquece y me rompe el alma
lloran las madres de México
porque les han robado la vida
-lloro tu soledad
y me ahoga la angustia de no estar contigo
la espera y la angustia me están resquebrajando,
lloran las madres de México y con ellas todas las madres del mundo,
para consolar a aquellos que han ahogado sus gritos
donde no hay consuelo,
lloramos todas las madres envueltas en una larga agonía
lloran las madres, los padres, los hijos que no están
mientras buscan sus suerte
en las manos de verdugos que se han erigido sobre un pueblo que lucha,
lloran las madres,
sus gritos llenan el aire
pero no hay aire para respirar,
porque las han ahogado,
-¿dónde estás hijo
con quién estás que no te quiere?
cierra los ojos amor, que nos volveremos a encontrar
yo te encontraré y te meceré para siempre
ahora, no dejaré de buscarte entre bosques y montañas
entre ríos y cuevas
yo te traeré de nuevo a casa.
Montse Pellicer Mateu
13/10/1014
molt maco !!
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