jueves, 19 de marzo de 2015

Explotación de tarahumaras sensibiliza al gobierno

LA CRÓNICA El secretario de Desarrollo Social de Gobierno del Estado de Chihuahua, José Luis García Rodríguez, visitó ayer a los migrantes tarahumaras que laboran en el municipio de Comondú, en el estado de Baja California Sur, para exigir a la empresa Cerezo un mejor trato hacia ellos, después que la Secretaría de Trabajo Federal denunciara la existencia de jornaleros explotados y viviendo en condiciones infrahumanas.
La visita institucional consiguió el compromiso de la empresa para que desde la pasada noche durmieran bajo un techo digno, al tiempo que se pusieron a su servicio para facilitarles el retorno a sus lugares de origen. En comunicación telefónica mantenida con José Luis García, quien se encontraba en un predio situado en el kilómetro 225 de la carretera que une Constitución con Insurgentes, en el municipio de Comondú, éste afirmó que, siguiendo las instrucciones del gobernador César Duarte Jáquez, se desplazaron de inmediato junto a integrantes de la Secretaría de Salud y responsables de la Coordinadora Estatal de la Tarahumara para conocer in situ el problema y ver en qué condiciones estaban trabajando los tarahumaras. A su llegada, el Secretario estatal señaló que descubrieron a 90 indígenas, entre ellos 14 niños, en la citada explotación agrícola, exigiendo a la empresa mejores condiciones de trabajo y que, después de hacerlo a la intemperie, a partir de la pasada noche pudieran dormir bajo un techo firme, con aire acondicionado y recibiendo una buena alimentación. García Rodríguez refirió que entre los indígenas pudieron encontrar a una niña con problemas de asma y desnutrición media, la cual, al igual que el resto, fue atendida de forma inmediata por especialistas de la Secretaría de Salud de Chihuahua, quienes se desplazaron al lugar. Tras asegurar que los migrantes chihuahuenses procedían de las regiones de Urique, Bocoyna, Creel, Guachochi y San Rafael, el Secretario de Desarrollo Social afirmó que “quienes quieran regresar no vamos a escatimar esfuerzos”, reconociendo que la mayoría de ellos aseguraron que no retornarían a sus lugares de origen hasta la conclusión de sus contratos la próxima semana. No obstante, aseveró que les brindarán todas las facilidades para su retorno, ya sea que decidan hacerlo por tren o carretera. Cuestionado por la situación de los jornaleros indígenas chihuahuenses, García afirmó que se encontraban en mejores condiciones, y que desde la empresa “ya cambiaron el trato hacia ellos; nuestra presencia aquí obligó porque vinimos a exigir un mejor trato para los indígenas y que respeten las condiciones laborales, de salud y de vivienda”. En materia de condiciones laborales, el funcionario estatal señaló que éstos se hallaban trabajando en la recolección de papa, recibiendo 4 pesos por cada arpilla de 30 kilos, afirmando que si bien la condición inicial era de 8 pesos por arpilla, la empresa les informó que de esa cantidad se les descontaba la alimentación y el transporte. En cuanto a la cifra de tarahumaras que podían haber retornado ya debido a las condiciones infrahumanas y de explotación que recibían, García manifestó que aunque no conocía el dato, “indican que algunos ya volvieron por sus medios o con la ayuda de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Baja California Sur, a la que agradecemos su ayuda”.

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