jueves, 30 de abril de 2015
Descubren un templo dedicado al dios Ehécatl bajo el Hotel Catedral
LA CRÓNICA Hallan debajo del Hotel Catedral, ubicado en la calle Donceles número 95 en el Centro Histórico de la Ciudad de México, un templo dedicado al dios del viento: Ehécatl, el cual, además de formar parte del centro ceremonial mexica, será mostrado al público antes de que concluya el 2016, como parte de los resultados de investigación del Proyecto de Arqueología Urbana (PAU) que encabeza Eduardo Matos Moctezuma.
“Encontramos un templo a Ehécatl, sólo hallamos una parte de éste. Apareció detrás de la Catedral Metropolitana y lo vamos a destapar en cuanto podamos entrar ahí ya que actualmente se realizan obras. Es decir, ese nuevo edificio ya está detectado, se va poder ver, visitar y el acceso será por la calle de Guatemala”, expresó en entrevista Matos Moctezuma, después de su participación en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, Argentina.
El arqueólogo detalló que la parte del templo que se podrá apreciar, es una estructura circular que mide aproximadamente 30 metros, construcción mexica que se unirá a los cerca de 50 edificios prehispánicos (de un total de 78) que el PAU ha encontrado durante 37 años de excavaciones.
“Este templo está detectado, pero se tapó porque actualmente hay obras que se están haciendo encima y una vez que se acaben esos trabajos, se va a habilitar. Está de forma similar como la estructura del calmecac que se encontró debajo de del Centro Cultural de España”, detalló.
—¿Está restaurado y protegido este nuevo templo?
—Está tapado y registrado. Pero le reitero, se está trabajando. Las obras que hay en el edificio que tapa este templo, son obras del Hotel Catedral pero los propietarios fueron quienes nos apoyaron para que hiciéramos las excavaciones.
“Únicamente registramos esos 30 metros en uno de sus lados, pero no se puede sacar toda la construcción mexica porque hay otro edificio que está encima y a ese no se puede entrar”, agregó.
—¿Es el único templo a Ehécatl para el Templo Mayor?
—No, digamos que ése (el nuevo) es al que se refieren mucho las crónicas, pero hay otro edificio que está debajo del Sagrario Metropolitano de la Catedral, del cual también, si uno baja, sólo observa una parte, pero los templos a Ehécatl siempre estaban viendo hacia el oriente. Entonces, parece que por lo menos hay dos, igual que sucede para Tlatelolco.
— ¿Qué trabajan actualmente en el PAU?
—En la esquina de Argentina y Guatemala, en el antiguo Edificio de las Ajaracas, donde hay mucho material que proviene de la diosa Tlaltecuhtli, pero estos trabajos que hacemos no impedirán que se haga la conexión con la calle de Argentina. La investigación continúa.
Matos Moctezuma destacó que el nuevo acceso de Templo Mayor continúa en proceso al igual que la licitación para abrirlo. “Ya está bastante avanzado, no sé qué fecha tenga el INAH para abrirlo, pero pienso que en este año deberá ocurrir, está listo en más del 80 por ciento”.
TEXTILES Y OFRENDAS. Durante la ponencia Templo Mayor, en el marco de la 41 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en donde la Ciudad de México es la nación invitada, el arqueólogo mexicano narró a los asistentes que en 1991 su equipo de trabajo amplió el campo de exploración e incluyeron la nivelación de la Catedral Metropolitana, lugar donde hallaron sahumerios policromados, objetos de madera y monedas de oro.
“En la Capilla de Ánimas, pudimos encontrar la primera piedra colonial que data de 1721, es una caja que en su tapa que tiene inscrita la fecha y en su interior encontramos medallas de la Virgen de Guadalupe y de San Francisco, ambas con un decorado interesante. Además encontramos una moneda de oro auténtica y otras pintadas sólo de amarillo para simular su manufactura en oro”, precisó.
En el stand CDMX, montado por la Secretaría de Cultura del Distrito Federa, Matos Moctezuma también describió cómo fue el hallazgo de textiles mexicas, como un pedazo de tela, una bolsa de papel y un pectoral de piedras verdes.
“Tuvimos la suerte de encontrar una caja de ofrenda con su tapa de cal muy dura que corresponde a la etapa VI de Templo Mayor y en su interior estaban telas en buen estado de conservación, una bolsa hecha de papel y una especie de pectoral con siete dioses aztecas que la rodean, la cual está hecha con 15 mil piedras verdes como jadeítas y turquesas”, comentó.
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