jueves, 17 de septiembre de 2015

Amibas, microscópicas pero peligrosas

LA CRÓNICA La amebiasis ( conocida más como amibiasis) es una infección ocasionada por la ameba Entamoeba histolytica que afecta al colon y que puede ser adquirida a través del consumo de agua y alimentos contaminados con quistes microscópicos que generan dicho parásito, o por faltas de higiene en las manos, antes de comer o preparar alimentos o después de ir al baño.
Tiene un período de incubación que puede durar pocos días o varios meses, aunque lo más frecuente es que oscile entre 2 y 4 semanas, aunque los quistes del microorganismo sobreviven a los ácidos estomacales, por lo que pueden dirigirse y colonizar al intestino grueso sin causar ningún síntoma; no obstante, llega un momento en que adquieren una forma activa (trofozoítos) y comienzan a invadir la pared de dicho órgano, lo que da lugar a molestias abdominales, principalmente diarrea acompañada con sangre y moco, gases, pérdida de peso y fiebre elevada y otras molestias. Es importante saber que las amebas están provistas de poderoso grupo de enzimas, que son proteínas que realizan reacciones biológicas y que les permiten abrirse paso entre tejidos , lo que puede ocasionar daños en otros órganos como el hígado y hasta el cerebro.
Hay varias especies de amebas: Entamoeba histolytica, Acanthomoeba, Naegleria, Hartmanella, Dentamoeba fragilis, Entamoeba coli y Endolimax nana.
La segunda, tercera y cuarta es muy raro que presente infección y solamente se han reportado casos en personas que consumen agua estancada; en estos casos la enfermedad que ocasionan es meningoencefalitis.
Las amebas se adquieren por medio de:
• Consumo de agua y alimentos contaminados con los quistes de la ameba.
• No lavarse las manos antes de comer ni después de ir al baño.
• Introducir los dedos a la boca sin previo aseo.
• Es común que la amebiasis se presente en lugares donde usan el excremento humano como fertilizante en sembradíos de vegetales y frutas. 
• Contacto oral en la región anal de una persona infectada, a manera de estimulación sexual.

Al principio, la mayoría de los afectados no presenta síntomas, hasta que se genera la invasión a los tejidos del intestino grueso, lo que ocasiona:
• Calambres abdominales.
• Diarrea acompañada de moco y sangre. 
• Varias líquidas de al día, lo que puede llevar a deshidratación y a molestias en la zona del ano por rozaduras.
• Gases intestinales.
• Pérdida de peso. 
• Vómito. • Deshidratación. 
• Fiebre mayor a 38° 
• Cuando la ameba infesta al hígado ocasiona formación de absceso, que es la acumulación de pus en este órgano, manifestándose mediante intenso dolor, fiebre, sudoración, escalofríos, náuseas, vómito y debilidad muscular; esta complicación se presenta en 1% de casos y es necesario la atención inmediata.

El diagnóstico se basa en la exploración física, los síntomas del enfermo y se puede complementar y confirmar por medio de exámenes de laboratorio de muestras de materia fecal y de sangre que indique la presencia de anticuerpos.

Para prevenirla, sobre todo en niños y personas mayores, es necesario:

• Consumir agua purificada, hervida, o embotellada. 
• Lavar bien los alimentos antes de consumirlos, especialmente frutas y verduras; tallar al chorro de agua o ponerlas en agua limpia con unas gotitas base de yodo durante unos minutos.
• No comer en puestos callejeros o locales de dudosa higiene. 
• Es fundamental lavarse las manos y mantener las uñas antes de comer y después de ir al baño. • Usar protector bucal (por ejemplo, látex o plástico PVC esterilizados) en caso de tener contacto oral con la zona anal de algún individuo. 
• Los familiares de los afectados deberán solicitar análisis de materia fecal, aún si se encuentran libres de cualquier síntoma, ya que pueden ser portadores de algún parásito.

¿Qué se debe hacer cuando se padece diarrea?

• Administración de medicamentos antiamebianos, recomendados por el médico, de preferencia desparasitarse cada 6 meses.
• Seguir dieta blanda, es decir, aquella a base de caldos con verduras, gelatina y abundante cantidad de líquidos.
• Mantener reposo en cama hasta que fiebre y diarrea hayan disminuido. 
• Si la temperatura corporal es demasiado elevada puede controlarse mediante antipiréticos o ciertos analgésicos.
• Cuando el afectado presenta absceso en el hígado requiere antiamebianos e intervención quirúrgica para drenar la pus en el citado órgano.
• Es fundamental mantener hidratado al paciente, ya que la diarrea y vómito generan pérdida considerable de agua en el organismo, por lo que el paciente debe ingerir líquidos en abundancia, suero oral y bebidas rehidratantes.
• Aunque una de las manifestaciones de esta infección es la diarrea, no se recomienda medicamento alguno para combatir dicha enfermedad, pues de este modo no se estaría combatiendo la causa real del padecimiento. La diarrea sirve para limpiar el intestino, pero si es excesiva puede causar deshidratación y la necesidad de rehidratar a veces son suero intravenoso en algún hospital. 
• Evitar la automedicación, ya que algunos analgésicos y antipiréticos están contraindicados en casos donde el paciente presente diarrea y vómito, debido a que pueden agravar estos síntomas.

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