jueves, 17 de septiembre de 2015
“¿Por qué esperó Peña un año para decirnos que Jhosivani está muerto?”, reprocha familia
PROCESO A diez días de que se cumpla el primer aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la familia de Jhosivani Guerrero de la Cruz expresó su indignación luego de que se enteró, a través de los medios de información, de que los restos enviados a Austria coinciden con los del joven.
“¿Por qué el gobierno de Peña Nieto se esperó un año para decirnos que finalmente Jhosivani está muerto?”, cuando apenas la semana pasada el grupo de expertos independientes de la CIDH informó que los muchachos no fueron asesinados en el basurero de Cocula, deplora.
Envuelta en un rebozo doña Josefina, prima del papá de Jhosivani, una mujer indígena de avanzada edad, apenas puede ocultar su dolor al recordar que el joven de 21 años aspiraba a convertirse en médico, pero por problemas económicos no pudo estudiar esa carrera y decidió ingresar a la Normal de Ayotzinapa a perder un año de estudios.
Entrevistada afuera del que era cuarto de Jhosivani, un galerón hecho de tablones que permanece cerrado desde hace un año, la mujer señala que en este pequeño poblado del municipio de Tixtla, de sólo 120 habitantes, Jhosivani se dedicaba en sus ratos libres a vender agua en una camioneta pick-up.
En este pequeño poblado el muchacho, agrega, hizo su primaria y secundaria para luego irse a Tixtla y cursar su educación media superior en el único plantel del Conalep en la localidad.
Jhosivani, comparte, diariamente viajaba sobre la carretera de Chilpancingo-Tlapa, ente Omeapa y la cabecera municipal.
De este mismo poblado provienen tres de los normalistas desaparecidos: Jhosivani, Everardo y Alem, quienes juntos decidieron irse a estudiar a Ayotzinapa.
La prima del papá de Jhosivani recuerda el sacrificio de su sobrino para quedarse en la Normal, debido a que en esta escuela los alumnos de nuevo ingreso, además de presentar una prueba académica, son sometidos a un examen de esfuerzo físico.
También señala que el papá y la mamá del normalista desaparecido se encuentran en Tixtla, en la casa de una hija, para poder organizarse en la búsqueda del muchacho, pese a los problemas cardiacos de la madre del estudiante.
No obstante, hasta el momento ni la Normal de Ayotzinapa ni los voceros del movimiento han emitido una postura oficial sobre el anuncio hecho este día por la PGR.
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