lunes, 5 de octubre de 2015
Meteoritos mexicanos, sin protección federal
LA CRÓNICA Los meteoritos son bienes nacionales en el olvido. Desde 1994, año en que se propuso ante la Cámara de Diputados la iniciativa de ley para proteger estos objetos, ninguna institución federal del país se ha preocupado por su conservación ni evitar su compra-venta, además todas las dependencias delegan la responsabilidad de preservación a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Crónica presenta la lista de los únicos meteoritos que se resguardan en el país, qué museos los han colocado dentro de sus colecciones y la explicación de por qué es importante conservar estos bienes que caen en suelo mexicano procedentes del espacio.
La Ley General de Bienes Nacionales en su artículo sexto, después de enlistar que las zonas arqueológicas, las pinturas murales y algunos edificios son bienes nacionales, en la fracción XIX se puede leer que a este grupo también pertenecen: “Los meteoritos o aerolitos y todos los objetos minerales, metálicos pétreos o de naturaleza mixta procedentes del espacio exterior caídos y recuperados en el territorio mexicano en términos del reglamento respectivo”.
En países como Chile, Argentina, Sudáfrica y Estados Unidos los meteoritos son bienes patrimoniales y piezas museísticas valiosas. En el caso de Argentina, desde 2007 su preservación se sustenta en la Ley 26.306 referente al Régimen del Registro del Patrimonio Cultural y en la ley N. 3563, que señala las sanciones a actividades lucrativas que se hagan sobre estos objetos. En Chile existe el Museo del Meteorito con una colección de 3,000 piezas rescatadas en esa nación y certificados por la NASA, en Sudráfrica desde 1955 el meteorito Hoba fue declarado Monumento Nacional y en Estados Unidos la mayoría se encuentran expuestos en el Museo de Historia Natural de Nueva York.
¿Pero en México, qué institución debería protegerlos y tener un registro de los mismos?, es una pregunta que Crónica hizo a Presidencia de la República, Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Agencia Espacial Mexicana (AEM), Secretaría de Gobernación, Instituto Nacional de Antropología e Historia y al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Todos respondieron que entre sus documentos no existe información sobre protección de meteoritos y por lo tanto, no cuentan con un acervo de éstos ni ejemplares expuestos en los museos de su competencia.
El desinterés por este bien nacional se lee en cada una de las respuestas. Por ejemplo, el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales declara en el oficio CI-SFP-1180/2015 que después de realizar una búsqueda exhaustiva, no encontró documento alguno sobre registro de meteoritos, por lo tanto la información sobre este bien es inexistente.
Por su parte, Presidencia comenta (folio 0210000077415) que tener un registro de meteoritos no es su obligación, argumentando que en el artículo sexto de la ley citada no se establece “que deba existir un registro de dichos bienes, por lo cual si requiere información a detalle del tema se sugiere se dirija al Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México”.
El Conacyt indica a este diario que el tema no es de su competencia y la AEM, perteneciente a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, manifiesta que no cuenta con una colección de meteoritos porque colectar estos objetos no forma parte del Programa Nacional de Actividades Especiales.
Las únicas instituciones públicas del país que resguardan ejemplares de este bien y que se pueden observar en sus instalaciones son: la UNAM, el Museo de Historia Natural, el Centro de Ciencias de Sinaloa y el Museo del Desierto en Coahuila. Sin embargo, en total, el número de meteoritos conservados apenas suman los 50 ejemplares.
EL CREADOR. “Hay personas que venden piedras que no son meteoritos, no se vale engañar y creo que todos los mexicanos debemos pensar en diferentes aspectos y yo pensé en estos objetos porque toda mi vida me ha interesado la astronomía”, comenta José Antonio Ruiz de la Herrán, curador del Universum y quien en 1994 propuso la iniciativa de ley para conservar los meteoritos.
Por ello, consideró interesante presentar en la Cámara de Diputados una iniciativa “para que la protección estuviera autorizada por el gobierno federal, de manera que mi propuesta tuvo suerte y nadie votó en contra”, recuerda el también divulgador científico.
—¿Qué institución debería administrar este patrimonio?
—El gobierno publicó en el Diario Oficial de la Federación mi propuesta. Me parece que el encargo se lo hizo a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, en parte por la posibilidad de que la Secretaría usara la información de los propios meteoritos, pero ya no supe después qué hicieron con el detalle.
—¿Hoy se pueden comprar meteoritos en México?
—Son un bien de la nación, no se pueden adquirir como propiedad personal y lo que no podemos hacer es venderlos, eso es lo que traté de controlar porque había mucha venta, por ejemplo, en la región de Toluca donde los buscadores que surten a los museos van a ver que encuentran, surtidores tanto mexicanos como extranjeros.
“Lo importante es estar conscientes de que tenemos algo valioso que nos cae del cielo, que debemos darle su lugar, conservarlo y aprovecharlo para estudiar, porque son objetos que traen información importante de cómo se generó el sistema solar y la vida”, expresa Ruiz de la Herrán.
ADN, ENERGÍA Y PREVENCIÓN. ¿Por qué son importantes los meteoritos o también llamados meteoritas?, se le pregunta a la especialista de la UNAM, Guadalupe Cordero Tercero. Porque al estudiar su estructura podemos entender las condiciones de presión y temperatura que había al inicio de la formación del Sistema Solar y eso permite conocer cómo se crearon los planetas, cómo pasaron del polvo a rocas, responde.
Muchos de los minerales que están en las meteoritas son los que conocemos en la superficie terrestre –indica–, pero hay otros que sólo existen dentro de estos objetos como tanita o kamacita (contenidos en el núcleo de la Tierra), o bien, hay otros con elementos vitales. Por ejemplo, en la meteorita Murchison (que cayó en Australia en 1969) se ha encontrado guanina y adenina.
“Cuando cae un meteorito y crea grandes cráteres de impacto en un lugar con agua subterránea cerca, se pueden formar sistemas hidrotermales, en los cuales si bien no se forma la vida, las condiciones que se crean ahí pueden fomentar el desarrollo de la vida. Es decir, lo meteoritos nos da información del origen”, expresa.
También sirven para entender las energías internas de nuestro planeta, conocer los elementos radioactivos, e incluso entender por qué Venus o Marte no tienen tectónica de placas. “En algún momento la tectónica se va a terminar en la Tierra y eso significa que nuestro planeta empieza a morir y si aún existimos como seres humanos, debemos pensar en eso”, indica la experta.
Otro aspecto positivo de estos objetos, es que son ricos en minerales y actualmente hay compañías que buscan explotarlos, lo cual implica detectar el lugar de su caída, conocer de qué parte del espacio procede y qué elementos en demasía contienen.
Cordero Tercero precisa que es importante resaltar el sentido creador de los meteoritos y no el destructor, ya que la gente conoce más que están dentro de la lista de posibles causas de desastre natural en la Ley General de Protección Civil, y no dentro del listado de patrimonio nacional.
“Cuando hemos ido a cazar meteoritas, la gente nos dice: ¿cuánto cuestan? Es una pregunta que duele en el alma porque hay personas que van con dólares y se las compran a gente, por lo general, de pocos recursos. Es triste que vengan del extranjero, lo estudien por nosotros y se los lleven”, opina.
La investigadora señala que la compra-venta de este bien es una práctica posible en México, e incluso, un fragmento de meteorito no mayor a 5 centímetros puede costar 20 mil pesos. “La gente acepta el dinero porque lo necesita o a veces no dicen que tienen una meteorita porque piensan que el gobierno les quitará su terreno”.
—¿Existe algún programa federal para detectar la caída de meteoritos?
—No. Sólo está mi proyecto que desarrollo en la UNAM, consiste en desarrollar la primera red de monitoreo para vigilar las meteoritas que caen en territorio nacional.
—¿Alguna autoridad te ha llamado para verificar la autenticidad de meteoritos?
—No, nunca nos ha llamado. Hemos querido hacer contactos con Protección Civil, pero como parte del proyecto empezaremos a hablar con Cenapred.
EN RESGUARDO. Existen tres tipos de meteoritos: metálicos (son muy pasados porque están hechas de metales), rocosos (que a simple vista parecen piedras comunes) y mixtas. Pero los tres comparten una peculiaridad: si les acercas un imán, todos serán atraídos. Esto sucede porque contienen porcentajes de fierro-níquel.
En México, ¿cuántas meteoritas se conservan como bien nacional? El Museo de Geología de la UNAM resguarda 39 que han caído en el país, a las cuales se suman otras 5 expuestas en el Instituto de Astronomía y las 4 meteoritas metálicas de Palacio de Minería: Chupaderos I, Chupaderos II (ambas halladas en Chihuahua en 1852), El Morito (hallada en Chihuahua en 1600) y Zacatecas.
El Museo de Historia Natural tiene un fragmento de la meteorita Toluca, hallada en 1776, con peso de 13 kilos y caída hace 60 mil años en Jiquipilco, Estado de México. También resguarda una muestra de Allende que cayó el 8 de febrero de 1969 en Chihuahua, pesa 566 gramos y data de hace 4,568 millones de año, lo cual la convierte en la más antigua del Sistema Solar.
En el Centro de Ciencias de Sinaloa se expone el meteorito Bacubirito, el quinto más grande del mundo, es metálico, mide 4.25 metros, pesa 21 toneladas y fue hallado en 1863 en Sinaloa, y en el Museo del Desierto en Coahuila existen otros fragmentos de tipo rocoso.
¿METEORO O METEORITO? La investigadora Cordero Tercera explica que existen tres palabras que las personas suelen confundir: meteoro, meteoroide y meteorito o meteorita… ¿cuál es la diferencia?
“Alrededor de la Tierra hay montones de material de origen asteroidal o cometario y en algún momento un señor de apellido Newton acuñó el término meteoroide a los objetos que entraban a la atmósfera de la Tierra, pero desde hace 20 años, un meteoroide se considera un objeto pequeño que va de 1 milímetro a 1 metro aproximadamente, por lo tanto, son los que caen con más frecuencia a la superficie terrestre”, responde.
Cuando los meteoroides entran a la atmosfera, interaccionan con las moléculas del aire, entran con una velocidad mínima de 11 km/s, entonces generan una fricción que produce calor (como cuando te frotas las manos), el objeto se calienta, se funde, evapora y ioniza.
Si los objetos son pequeños, explica la especialista, a los 80 km de altura o antes, la atmósfera los va frenando y deshaciendo hasta que se desintegran en el aire y sus pedazos caen en el suelo. Esos meteoroides de un metro llegarán al piso midiendo medio metro.
“Pero cuando los más grandes (superiores a un metro) llegan a la atmósfera, como tienen mayor energía cinética, no la gastan tan rápido y cuando están en la parte baja de la atmósfera, ésta ejerce tal presión que vence su resistencia interna y los truena, lo cual ocasiona un sonido y ondas de choque como sucedió en 2013 en Cheliábinsk, Rusia”, señala.
Sin embargo, como los objetos son tan pequeños no los podemos ver, pero sí la estela de luz que producen por su interacción con la atmósfera. A ese efecto lumínico se le llama meteoro.
“Si el objeto logra sobrevivir a todo lo que le pasa en la atmósfera y lo podemos recuperar en el suelo, se le llama meteorito o meteorita. Es decir, los objetos entran como meteoroide, el efecto lumínico es meteoro y cuando lo recuperamos es meteorita”.
Algunas respuestas
¿De dónde vienen los meteoritos? De cometas (que pueden estar a 100 mil unidades astronómicas como la Nube de Oort) o asteroides (como el cinturón de asteroides ubicado entre las órbitas de Marte y Júpiter).
¿Cuántos meteoritos pueden caer a la Tierra? Es indefinido, pero hasta el mes de abril, los cometas cercanos a la Tierra sumaban 101 y los asteroides eran 12,627.
¿Dónde es más probable que caiga un meteorito? La probabilidad por área es la misma, pero como el planeta tiene más agua que tierra, caen más sobre agua.
¿Existen fragmentos del meteorito Chicxulub que extinguió a los dinosaurios? No, pero se plantea que fue rocoso, midió 10 km, liberó energía equivalente a 5 mil millones de bombas atómicas, ocasionó un sismo de magnitud 11 y al chocar se fundió y trituró.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario