viernes, 13 de noviembre de 2015

Inaceptable la falta de transparencia y difusión a la sociedad del Acuerdo de Asociación Transpacífico (ATP), por parte del Gobierno Federal

Por Arlen Jaime Merlos Poco se ha difundido por parte del Gobierno Federal sobre el Acuerdo de Asociación Transpacífico (ATP ó TPP, por sus siglas en inglés) que México contempla firmar en febrero de 2016; razón por la cual, es necesario conocer puntualmente su contenido, sus alcances, oportunidades, retos y posibles amenazas para la economía mexicana, más aún cuando se considera el acuerdo de libre comercio más grande de la historia ya que concentraría más del 40% del producto interno bruto (PIB) mundial. Es importante mencionar que las negociaciones del TPP iniciaron en el año 2010; sin embargo, se caracterizaron de opacidad y sin precisar ningún tipo de información, pese a ello, esos datos fueron públicos debido a las filtraciones de los textos oficiales y las realizadas por Wikileaks en noviembre de 2013. Hoy, este acuerdo comercial se integra por 12 países: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. El cuál intenta regular un gran número de temáticas tales como: aduanas, agricultura, anticorrupción, cohesión regulatoria, comercio electrónico, propiedad intelectual, textiles, inversiones estatales, el derecho a la salud, derechos en Internet, autopartes-automotrices, entre otros. Expertos en el tema han reconocido que esta alianza abrirá oportunidades de negocio, pero también representa amenazas para algunos sectores como el textil, calzado y agropecuario. Por su parte, Joseph Stiglitz, premio nobel de Economía, ha señalado que con la firma de este acuerdo se puede generar “un desempleo aún más alto en México”. Así mismo, Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, señaló que el desconocimiento del contenido del tratado es porque la negociación se llevó “en secreto”, bajo el liderazgo de Estados Unidos. El hecho es que dicho tratado en realidad representa una alianza estratégica de Estados Unidos y Japón para detener el avance de China y sus prácticas desleales de comercio exterior, por lo que existe la posibilidad de que el dominio económico de estas dos potencias que son las más industrializadas del mundo, se impongan en perjuicio de las economías emergentes; es decir, oportunidades hay muchas, pero los riegos son aún mayores, porque hay sectores específicos en los que se tendrá que poner mayor cuidado, ya que a algunos países se les pondrá en desventaja frente a otros. Es por ello, que resulta inaceptable la opacidad con la que el Gobierno Federal, han llevado acabo las negociaciones de este tratado a espaldas de la opinión pública. La opacidad no favorece a nadie, razón por la cuál, es indispensable un debate amplio que involucre a los sectores productivos, académicos, organizaciones civiles y a la sociedad en general, en aras de consolidar una nueva cultura de transparencia.

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