Hace unos días, en el Senado de la República hubo un intento por aprobar una iniciativa de ley que atentaba contra la libertad de expresión de los mexicanos. El pasado 27 de octubre, el senador Omar Fayad del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), presentó la iniciativa de Ley para Prevenir y Sancionar los Delitos Informáticos, argumentando que el objeto principal era proteger los derechos de los internautas sobre los agresores cibernéticos y asegurando que sería sin violar ningún derecho. Además puntualizó que en la redacción, su grupo de asesores legislativos se basó en recomendaciones de diversos organismos internacionales, después de analizar el marco jurídico nacional existente. No obstante, la primera reacción en las redes sociales fue inmediata, provocando así una ola de fuertes críticas a dicho proyecto, entre las que destacaron, las elaboradas por las principales organizaciones defensoras de la libertad de expresión en nuestro país, de académicos, periodistas y de la ciudadanía en general. Por otro lado, una segunda reacción fue crear la petición para retirar la iniciativa, a través de la plataforma change.org Afortunadamente esta iniciativa será retirada, esto de acuerdo a las declaraciones del propio senador Fayad, al afirmar que dará marcha atrás e iniciará de nuevo el proyecto de ley, no sin antes consultando a la sociedad. Hoy tenemos que esta iniciativa será retirada y sin duda por la presión ejercida por los ciudadanos, quienes hicieron valer su derecho de libertad de expresión para evitar que se les pusieran mordazas a un derecho consagrado en nuestra Constitución. Esto nos deja varias lecciones, que no todas las batallas que se oponen a fragmentar las libertades de los ciudadanos, son batallas en el desierto. Que cuando la sociedad se organiza y defiende sus derechos justos de manera pacífica y portando la razón, se pueden detener iniciativas que lastiman y vulneran derechos de los ciudadanos, derechos que han sido adquiridos a lo largo de nuestra historia. Es evidente que tras intentos de esta naturaleza, como en este caso “la ley Fayad”, que tienen el objeto de limitar derechos y libertades, como en este caso se intentó acotar nuestra libertad de expresión, la sociedad debe estar vigilante, en una labor de análisis y observatorio ciudadano, para responder de manera puntual a estas acciones. Este es un ejemplo de que la sociedad civil organizada triunfó y que en el largo trecho del autoritarismo, alumbran luces en el fondo del camino, y ésta, es una de ellas. Auguramos nuevas victorias de la sociedad enarbolando causas justas como la defensa de la libertad de expresión.
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