• Hay además en esta etapa, incertidumbre por “El valiente” que tomará la protesta de ley a delegados, subdelegados y Copacis, término a cumplirse el 15 de abril, cuando más del 50 por ciento de autoridades electas son opuestas a la alcaldía.
Por Mario Ruiz Hernández
Es una realidad y ante los aceleres que representantes vecinales traen aquí en Naucalpan, por entrar en funciones en sus comunidades, bastantitos en verdad que la “están regando feo”.
Muchos andan en “la locura” con el propósito de ver y administrar su correspondientes “Fiestas Patronales”, otros asumiendo el cargo completamente para “chingar a la gente”.
Asimismo, algunos se encuentran en la espera, sobre todo de fórmulas y planillas a delegados, subdelegados y Consejos de Participación Ciudadana (Copacis), impugnados.
Aunado a ello y todavía por si fuera cosa menor, resolver la elección extraordinaria en Santiago Tepatlaxco, “La Mora” y Plan de Ayala, segunda sección, el día de mañana que no viene nada fácil.
El escenario, en esta etapa procesal y la que se estima en la transición en todo tipo de colonias, a agotarse el 15 de abril próximo, comunican de una incertidumbre completa de lo que pueda o no pasar.
Digo pues, y en especial en aquello que tienen que ver de manera puntual en la cultura del morbo, de quién tomará la protesta de la representación vecinal, cuando más del 50 por ciento de las estructuras electas resultaron opuestas a la alcaldía.
Igualmente, y en el pánico que cunde saber “el valiente” que asumirá el acto protocolario, y en el que al menos en este trimestre-los ciudadanos que son los que cuentan- tienen su evaluación sin la necesidad de ir Ixtapan de la Sal a ofrecerla, y peor con “ediles maiceados”.
El entorno municipal en el que las percepción de la sociedad súbitamente con respecto al gobierno actual ha cambiado, el cómo atender a la colectividad y convencer a los demás a que ellos son “los buenos, honestos e incorruptibles”.
El desafío en la formal asunción de la justamente representación vecinal, es eso, un reto debido a los odios, corajes y resentimientos que en la elección constitucional se dejaron, y otros pleitos históricos de demasiados conocidos, a la vez de otras cosas que por ahí “se comieron”.
En ese orden de ideas, el cuestionamiento de nueva cuenta de quién sería el posible que nada deba, o enviar a una fémina a dar paso a la transición vecinal que ya no aguanta.
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