Los rescatistas se acercaron a la bebé, la cual estaba cubierta de polvo y restos de sangre, mientras que el hombre que la cargó en sus brazos, repitió varias veces llorando“Ya Allah”, que significa “Querido Dios”. Kifah y otros rescatistas voluntarios fueron apodados "Cascos Blancos" gracias a esta acción que también les valió la nominación al Premio Nobel de la Paz de este año por salvar a miles de civiles en Siria.
La familia de la menor sobrevivió al ataque y fue llevada a un hospital local en donde se le reporta estable.
(con información de Excélsior)
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