Sean quién sea y/o quien gane la elección del 1° de julio, dar inicio a extraordinario proceso de dignificación de la localidad en sus diferentes áreas de oportunidad, más allá todavía de seguir midiendo el bienestar social a través del cálculo electorero.
Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN Méx., a 11 de marzo del 2018.- Al margen de las definiciones políticas, partidos y candidatos, y de quién pueda ganar la elección del 1° de julio, habrá que vislumbrar el futuro.
Es decir y de todos los postulantes, el saber qué Naucalpan para Naucalpan, por lo menos a una proyección de 30 a 50 años.
De ello, estamos hablando de una planeación estratégica al mañana; los propósitos en el corto, mediano y largo plazo, al igual esos programas sectoriales, al tipo de asentamiento humano.
Evitar desde luego, los discursos “choreros”, los mensajes de siempre, y de “los espejitos” que pretendan vender al electorado, más allá de las despensas,” los gorritos y gorrones”.
Naucalpan hay que entenderlo, esta “desmadrado” por dónde lo vean y pese a que no quiera ser tétrico en la apreciación, lo está.
A ello y para que nadie se ofenda, si fueron éstos, los otros y los demás otros, de mucho pero mucho tiempo atrás, al aceptar la cruda realidad y si verdaderamente amamos a Naucalpan, corregirlo.
En serio que habrá que repensarlo, no con esas propuestas de papel plasmada en “la basura electoral” que tampoco se cumple y crear, definir e incluso, “arrastrar la pluma” para todo tipo de ideal.
Vamos, en precisamente todas las áreas de oportunidad que Naucalpan tiene y dispone, ciertamente de rezagos ancestrales en su infraestructura hídrica, urbana y vial, entre otras.
Dejemos ya la simulación y la mentira, es tiempo de Naucalpan, de su gente, y sean del color que sean, y asimilarlo- Los partidos son sólo justamente una parte de la sociedad-
A su vez, el gobierno es para todos y lamentablemente no lo es así, cuando el cálculo para el bienestar y calidad de vida sigue siendo electoral.
La tarea y la propuesta, pero que sean realizables y no hermosos “sueños”: RECONSTRUIR NAUCALPAN, y ponerlo a las circunstancias actuales, quitar lo que estorba, lo que ofende, agrede y nos tiene al límite…
NAUCALPAN Méx., a 11 de marzo del 2018.- Al margen de las definiciones políticas, partidos y candidatos, y de quién pueda ganar la elección del 1° de julio, habrá que vislumbrar el futuro.
Es decir y de todos los postulantes, el saber qué Naucalpan para Naucalpan, por lo menos a una proyección de 30 a 50 años.
De ello, estamos hablando de una planeación estratégica al mañana; los propósitos en el corto, mediano y largo plazo, al igual esos programas sectoriales, al tipo de asentamiento humano.
Evitar desde luego, los discursos “choreros”, los mensajes de siempre, y de “los espejitos” que pretendan vender al electorado, más allá de las despensas,” los gorritos y gorrones”.
Naucalpan hay que entenderlo, esta “desmadrado” por dónde lo vean y pese a que no quiera ser tétrico en la apreciación, lo está.
A ello y para que nadie se ofenda, si fueron éstos, los otros y los demás otros, de mucho pero mucho tiempo atrás, al aceptar la cruda realidad y si verdaderamente amamos a Naucalpan, corregirlo.
En serio que habrá que repensarlo, no con esas propuestas de papel plasmada en “la basura electoral” que tampoco se cumple y crear, definir e incluso, “arrastrar la pluma” para todo tipo de ideal.
Vamos, en precisamente todas las áreas de oportunidad que Naucalpan tiene y dispone, ciertamente de rezagos ancestrales en su infraestructura hídrica, urbana y vial, entre otras.
Dejemos ya la simulación y la mentira, es tiempo de Naucalpan, de su gente, y sean del color que sean, y asimilarlo- Los partidos son sólo justamente una parte de la sociedad-
A su vez, el gobierno es para todos y lamentablemente no lo es así, cuando el cálculo para el bienestar y calidad de vida sigue siendo electoral.
La tarea y la propuesta, pero que sean realizables y no hermosos “sueños”: RECONSTRUIR NAUCALPAN, y ponerlo a las circunstancias actuales, quitar lo que estorba, lo que ofende, agrede y nos tiene al límite…
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