El autobús fue detenido y revisado en la Caseta de San Marcos, del municipio antes mencionado, donde los inspectores de la PROFEPA en coordinación con la Policía Federal ubicaron 16 cajas de cartón rectangulares donde transportaban aves silvestres en malas condiciones físicas, debido al hacinamiento así como dos costales con tortugas de agua y una bolsa de malla plástica con boas constrictor.
El vehículo era procedente de los municipios de Acayucan y Orizaba, del estado de Veracruz, con destino a la Ciudad de México donde presuntamente los animales serían comercializados en el mercado negro.
De esta manera, los oficiales capturaron a tres personas como presuntos propietarios de los ejemplares de flora y fauna silvestre asegurados, así como al conductor del autobús, quienes fueron puestos a disposición de las autoridades locales para determinar su situación jurídica.
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