• Todo fue mucha y presunta simulación, y hoy nada importante trasciende, más que la completa omisión y “El valemadrismo”.
Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN, Méx., a 29 de agosto 2018.- En realidad y si le escarbamos, encontraremos uno y numerosos saldos dejados al gobierno municipal, del mandato de Olvera.
La gerencia que administró en 2 años 4 meses, para nada fue eficiente como eficaz y los resultados tampoco fueron lo que los Naucalpenses esperaban.
Verdaderamente, existieron indefinidad de asuntos que jamás pudieron concretar, y entre otras reflexiones, les faltó oficio y vocación de servicio, para entender y comprender a su gente.
Asimismo, talento, creatividad y experiencia en el ejercicio público, pero también prevalecieron innumerables excesos, que lograron el total desencanto ciudadano.
El eje estratégico de “Olvera y súbditos”, prácticamente fue centrado tanto en tesorería como en “La Súper Secretaria de Innovación Gubernamental”, en lo que le denominaron: “Gobierno Digital”.
Sin embargo, la táctica y su operación al igual que otras acciones para según erradicar la tramitología y facilitar las inversiones, sobre todo en desarrollo económico fracasaron.
Así también, en las labores de inteligencia al pretender tener un área de duplicidad en atribuciones y facultades con gobierno y comunicación social.
Desde luego, y por ejemplo en el sector empresarial que nunca logró ingresar a las presumibles aplicaciones desde un teléfono móvil y realizar precisamente algún trámite-NO funcionó la idea-
Por otra parte, en lo que corresponde a cultura física y deporte, la total política primero de municipalización, y posteriormente, concesión de las áreas deportivas.
Pero no obstante a eso, Naucalpan no logró trascender en este plano, y ni siquiera la implementación de cuando menos un torneo de fútbol callejero-o una “cascarita urbana”.
En ese orden, de qué sirvió traer a la gloria Americanista, Gonzalo Farfán Infante, como director del Instituto Municipal del Deporte, que dio más pena que nada.
En serio que Naucalpan es un enorme semillero de todo tipo de talentos, de creadores y deportistas, sólo basta ver los domingos en los campos llaneros enclavados en las colonias emergentes.
Vale, que en esos encuentros de fútbol más de uno que otro, se juegan la vida; son corazón, amor y alma, y lo vemos en otras disciplinas como el Basquetbol, Voleibol, y deportes de alto rendimiento y adaptado.
De cultura y arte, para que comunicar algo en este grandioso municipio, en donde muchos hombres y mujeres de todas las edades, credos y condición social, trabajan en el exilio cultural y sin recibir nada a cambio, sólo el deseo sincero de ser y pertenecer a ese algo olvidado, en el olvido.
NAUCALPAN, Méx., a 29 de agosto 2018.- En realidad y si le escarbamos, encontraremos uno y numerosos saldos dejados al gobierno municipal, del mandato de Olvera.
La gerencia que administró en 2 años 4 meses, para nada fue eficiente como eficaz y los resultados tampoco fueron lo que los Naucalpenses esperaban.
Verdaderamente, existieron indefinidad de asuntos que jamás pudieron concretar, y entre otras reflexiones, les faltó oficio y vocación de servicio, para entender y comprender a su gente.
Asimismo, talento, creatividad y experiencia en el ejercicio público, pero también prevalecieron innumerables excesos, que lograron el total desencanto ciudadano.
El eje estratégico de “Olvera y súbditos”, prácticamente fue centrado tanto en tesorería como en “La Súper Secretaria de Innovación Gubernamental”, en lo que le denominaron: “Gobierno Digital”.
Sin embargo, la táctica y su operación al igual que otras acciones para según erradicar la tramitología y facilitar las inversiones, sobre todo en desarrollo económico fracasaron.
Así también, en las labores de inteligencia al pretender tener un área de duplicidad en atribuciones y facultades con gobierno y comunicación social.
Desde luego, y por ejemplo en el sector empresarial que nunca logró ingresar a las presumibles aplicaciones desde un teléfono móvil y realizar precisamente algún trámite-NO funcionó la idea-
Por otra parte, en lo que corresponde a cultura física y deporte, la total política primero de municipalización, y posteriormente, concesión de las áreas deportivas.
Pero no obstante a eso, Naucalpan no logró trascender en este plano, y ni siquiera la implementación de cuando menos un torneo de fútbol callejero-o una “cascarita urbana”.
En ese orden, de qué sirvió traer a la gloria Americanista, Gonzalo Farfán Infante, como director del Instituto Municipal del Deporte, que dio más pena que nada.
En serio que Naucalpan es un enorme semillero de todo tipo de talentos, de creadores y deportistas, sólo basta ver los domingos en los campos llaneros enclavados en las colonias emergentes.
Vale, que en esos encuentros de fútbol más de uno que otro, se juegan la vida; son corazón, amor y alma, y lo vemos en otras disciplinas como el Basquetbol, Voleibol, y deportes de alto rendimiento y adaptado.
De cultura y arte, para que comunicar algo en este grandioso municipio, en donde muchos hombres y mujeres de todas las edades, credos y condición social, trabajan en el exilio cultural y sin recibir nada a cambio, sólo el deseo sincero de ser y pertenecer a ese algo olvidado, en el olvido.
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