Mediante la primera revisión, Cancino Aguilar supervisó que los vendedores cuenten con las herramientas necesarias para trabajar, como palo, pico, hacha, extintores, señalamientos y vitrinas para la venta de artificios pirotécnicos, entre otros y en cuanto a la construcción de dichos establecimientos, se inspeccionaron 10 módulos de dos locales y 70 módulos de cuatro locales.
Por lo que las autoridades estatales señalaron que, entre las especificaciones que revisaron están que los locales tengan medidas de 2.50 x 2.50 metros, construidos con concreto, con espesor de 15 centímetros con una separación de 50 centímetros y que la distancia entre módulos de corta fuego (calle) tenga 10 metros y 15 metros para demostración entre módulos, en los dos corta-fuego, que son las calles que se cruzan a la mitad del mercado.
Además de en este sitio se impartieron talleres y diversas capacitaciones en materia de combate de incendios, seguridad e higiene en venta de pirotecnia, también primeros auxilios a diferencia de los que se han impartido en los lugares para quienes se encuentran en la zona de producción, se pretende que los vendedores sepan manipular, almacenar, así como mantener el producto terminado en las vitrinas, lejos de zonas húmedas y de la exposición al sol.
Se advirtió que queda prohibida la venta de este tipo de artificios a menores de edad y a personas en estado de ebriedad; además de que la comercialización no puede exceder los 10 kilogramos a una sola persona y que cada local debe contener un máximo de 25 kilogramos de material.
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