• Asimismo, produce impactante miedo la aparición de hombres armados, recorriendo las calles de colonias de la denominada Cuenca de San Mateo, generando entre el colectivo, la instrumentación a mutuo propio “Del toque de queda”.
Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN Méx., a 29 de octubre del 2018.- Es toda una realidad que, después de la aparición de un comando armado recorriendo colonias de “La Cuenca de San Mateo”, claro que hay miedo.
La verdad que después del impactante video subido en las redes sociales y que se viralizó aquí en Naucalpan y en todas partes, el cual además generó el comentario colectivo, la situación hoy en día, alcanzó el pánico.
El escenario Naucalpan de años atrás y sobre todo los últimos cinco años, en materia de seguridad, la autoridad en cualquiera de sus niveles y órdenes de gobierno está sumamente rebasada.
Al parecer y tampoco es un “secreto a voces” que toda estrategia desafortunadamente ha fallado, y eso tiene que ver por mucho, a la falta de coordinación para atender el delito y sus modalidades.
El alto temor es manifiesto y de alarma, al grado de considerar un Naucalpan que se “Tamaulizó” y el cual concentra en los diversos territorios, distintos grupos que disputan la plaza.
Pero no obstante, y que tal parecería que el entorno es un asunto entre ellos, los daños colaterales son más que evidentes, al observar el crecimiento de numerosos delitos del fuero federal.
En este sentido, y de los estadísticos, un alto número de homicidios dolosos es a consecuencia de los “ajustes de cuentas” entre malosos, a la vez que otro indicador es el robo a transporte público de pasajeros, en donde cotidianamente las calles y micros y/o combis, se tiñen de rojo.
Es preocupante que en el imaginario colectivo, empiece a adaptarse y experimentar contextos de sangre anormales, y sobre todo, perder la capacidad de asombro.
En serio, que es importante rebasar esa crisis de inseguridad que al menos registra poco más de un lustro, en el que nadie ha querido poner orden, en los justamente tres órdenes de gobierno.
Destacar que ni “El Mando Único, el Mando Mixto” y algo que se le asemeje, tampoco se concreta y son más los intereses político-económicos, que la seguridad de las personas.
Lamentablemente no hay voluntad, a propósito de erradicar el crimen, y “después del niño ahogado”, intentar según, con presencia de unas horas, garantizar la tranquilidad ciudadana.
Es un hecho, que después de todo, todos andan subsistiendo en la cultura del miedo, y de manera rara o atípica que suceda, el implementar a mutuo propio “El toque de queda”.
Finalmente, igual y de unos años atrás, nadie sale a las calles después de las 8 de la noche, comercios y negocios bajan sus cortinas, y mirar esas vialidades todas “bachosas” semi o vacías.
NAUCALPAN Méx., a 29 de octubre del 2018.- Es toda una realidad que, después de la aparición de un comando armado recorriendo colonias de “La Cuenca de San Mateo”, claro que hay miedo.
La verdad que después del impactante video subido en las redes sociales y que se viralizó aquí en Naucalpan y en todas partes, el cual además generó el comentario colectivo, la situación hoy en día, alcanzó el pánico.
El escenario Naucalpan de años atrás y sobre todo los últimos cinco años, en materia de seguridad, la autoridad en cualquiera de sus niveles y órdenes de gobierno está sumamente rebasada.
Al parecer y tampoco es un “secreto a voces” que toda estrategia desafortunadamente ha fallado, y eso tiene que ver por mucho, a la falta de coordinación para atender el delito y sus modalidades.
El alto temor es manifiesto y de alarma, al grado de considerar un Naucalpan que se “Tamaulizó” y el cual concentra en los diversos territorios, distintos grupos que disputan la plaza.
Pero no obstante, y que tal parecería que el entorno es un asunto entre ellos, los daños colaterales son más que evidentes, al observar el crecimiento de numerosos delitos del fuero federal.
En este sentido, y de los estadísticos, un alto número de homicidios dolosos es a consecuencia de los “ajustes de cuentas” entre malosos, a la vez que otro indicador es el robo a transporte público de pasajeros, en donde cotidianamente las calles y micros y/o combis, se tiñen de rojo.
Es preocupante que en el imaginario colectivo, empiece a adaptarse y experimentar contextos de sangre anormales, y sobre todo, perder la capacidad de asombro.
En serio, que es importante rebasar esa crisis de inseguridad que al menos registra poco más de un lustro, en el que nadie ha querido poner orden, en los justamente tres órdenes de gobierno.
Destacar que ni “El Mando Único, el Mando Mixto” y algo que se le asemeje, tampoco se concreta y son más los intereses político-económicos, que la seguridad de las personas.
Lamentablemente no hay voluntad, a propósito de erradicar el crimen, y “después del niño ahogado”, intentar según, con presencia de unas horas, garantizar la tranquilidad ciudadana.
Es un hecho, que después de todo, todos andan subsistiendo en la cultura del miedo, y de manera rara o atípica que suceda, el implementar a mutuo propio “El toque de queda”.
Finalmente, igual y de unos años atrás, nadie sale a las calles después de las 8 de la noche, comercios y negocios bajan sus cortinas, y mirar esas vialidades todas “bachosas” semi o vacías.
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