• En esta ocasión, en la tercera edición la caracterizaciones y motivos del desfile, la representación de distintas épocas de México. No obstante la otra columna de la gente, igual, de espectaculares disfraces; vestimentas, maquillajes y maquillista de aquel mundo surealista.
Por Mario Ruiz Hernández
VALLE DE MÉXICO., a 29 de octubre del 2018.- Impresionante y lleno de colorido, aún y todavía más allá de la tercera edición del Desfile de Muertos en la CDMX, resultó el ambiente.
El ese ir y venir de la gente, que prácticamente se apoderó de la ciudad capital del país, en donde más de 80 mil personas presenciaron la parada mortaria que inició en “La Estela de Luz y culminó en el Zócalo.
Fueron de todas las edades, hombres, mujeres y niños, así como una inmensa gama de turistas nacionales y extranjeros que recorrieron las aceras de Paseos de la Reforma.
También en ellos, fue motivo, fue aquello excepcional que sólo los mexicanos podemos dar de nuestras extraordinarias manifestaciones artísticas, plasmadas en cada rostro y caracterizaciones.
En el majestuosos recorrido, “Las Catrinas, el Diablo, los monjes, la muerte, zombis, brujas, y todo aquellos posible que rememorara la época.
Maquillistas y maquillados por todas partes; la caracterización, lo grotesco, lo que espanta; el “Juego de la Vida y la Muerte” en un abrir y cerrar de ojos.
La epopeya; lo otro, lo diverso, ajeno, exuberante, lo que violenta la norma y la imaginación; lo primitivo y lo insólito, lo que finalmente estremece y da riqueza a la cultura mexicana.
En esta ocasión, las caracterizaciones y motivos del desfile, la representación de distintas épocas de México. Unas “calaveras” de los sesenta en un automóvil de colección 1946, de esa década.
Aunado a la cantante Chavela Vargas, a quien se le hizo homenaje y a otros artistas nacidos en el extranjero que dejaron una huella importante con su obra en nuestro país.
De lo anterior, como Gabriel Garcia Márquez, Luis Buñuel y León Felipe, al igual que los mexicanos, Octavio Paz, Frida Kahlo y Juan Gabriel.
Las representaciones de Aguas Calientes, Puebla, Veracruz, y Tlaxcala. Las creencias, el mito y en el que en el México prehispánico, se pensaba que el alma de las niñas muertas se convertía en bellas mariposas.
La colonización, la danza de los huehues, ya que algunas versiones dicen que se originó en Tlaxcala y otras que sus raíces están en la cultura náhuatl, Hubo baile, hubo danza y hubo folclore.
Finalmente, no podían faltar los alebrijes en el Desfile del Día de Muertos 2018, y la dedicatoria a los muertos migrantes.
VALLE DE MÉXICO., a 29 de octubre del 2018.- Impresionante y lleno de colorido, aún y todavía más allá de la tercera edición del Desfile de Muertos en la CDMX, resultó el ambiente.
El ese ir y venir de la gente, que prácticamente se apoderó de la ciudad capital del país, en donde más de 80 mil personas presenciaron la parada mortaria que inició en “La Estela de Luz y culminó en el Zócalo.
Fueron de todas las edades, hombres, mujeres y niños, así como una inmensa gama de turistas nacionales y extranjeros que recorrieron las aceras de Paseos de la Reforma.
También en ellos, fue motivo, fue aquello excepcional que sólo los mexicanos podemos dar de nuestras extraordinarias manifestaciones artísticas, plasmadas en cada rostro y caracterizaciones.
En el majestuosos recorrido, “Las Catrinas, el Diablo, los monjes, la muerte, zombis, brujas, y todo aquellos posible que rememorara la época.
Maquillistas y maquillados por todas partes; la caracterización, lo grotesco, lo que espanta; el “Juego de la Vida y la Muerte” en un abrir y cerrar de ojos.
La epopeya; lo otro, lo diverso, ajeno, exuberante, lo que violenta la norma y la imaginación; lo primitivo y lo insólito, lo que finalmente estremece y da riqueza a la cultura mexicana.
En esta ocasión, las caracterizaciones y motivos del desfile, la representación de distintas épocas de México. Unas “calaveras” de los sesenta en un automóvil de colección 1946, de esa década.
Aunado a la cantante Chavela Vargas, a quien se le hizo homenaje y a otros artistas nacidos en el extranjero que dejaron una huella importante con su obra en nuestro país.
De lo anterior, como Gabriel Garcia Márquez, Luis Buñuel y León Felipe, al igual que los mexicanos, Octavio Paz, Frida Kahlo y Juan Gabriel.
Las representaciones de Aguas Calientes, Puebla, Veracruz, y Tlaxcala. Las creencias, el mito y en el que en el México prehispánico, se pensaba que el alma de las niñas muertas se convertía en bellas mariposas.
La colonización, la danza de los huehues, ya que algunas versiones dicen que se originó en Tlaxcala y otras que sus raíces están en la cultura náhuatl, Hubo baile, hubo danza y hubo folclore.
Finalmente, no podían faltar los alebrijes en el Desfile del Día de Muertos 2018, y la dedicatoria a los muertos migrantes.
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