• Dentro del marco jurídico en el que todos tenemos derecho al uso del espacio público, lograr su regulación y uso de acuerdo a ese derecho justamente público.
Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN, Méx., a 20 de febrero del 2019.- En realidad que suena interesante por ejemplo aquí en Naucalpan, superar en tres meses, el abandono que dice el gobierno neomorenista que hay.
Asimismo, dar los resultados además prometidos en ese lapso de tiempo cuando prevalecen incluso rezagos ancestrales y que tienen que ver con la pobreza patrimonial que existe entre muchos otros.
Para los que socializamos en el Naucalpan centro-San Bartolo- quizá y sea aventurado resolver en 90 días el colapso urbano y liberar totalmente las calles de vendedores ambulantes y sus distintas modalidades, así como las diferentes bases de transporte público de pasajeros.
Igualmente, el reorganizar todo y disponer de importantes programas de movilidad, conectividad, y poner el espacio público reclamado por más de tres décadas atrás, al servicio del ciudadano.
Es decir, el completo cambio de rostro e imagen, a propósito de transitar libremente en ese perímetro urbano, al margen de uno o quizá dos días de gracia a efecto de evitar la enorme plaza.
No obstante, y evitar los paliativos con los comerciantes de vía pública, para las intermitentes jornadas de limpieza, pinta de guarniciones y rampas para personas con discapacidad.
A la vez, del retiro de propaganda en postes, barrido, recolección de basura, así como lavado del arroyo vehicular y banquetas, que en algunos otros momentos ya se hicieron y es bueno.
En ese tenor, el director de Atención al Comercio del ayuntamiento, Jesús Gutiérrez Gutiérrez, informó que el objetivo del programa es mejorar la imagen urbana de la zona centro y otros puntos del municipio
Lo anterior, con la participación de comerciantes, quienes además, apoyarán en la reconstrucción de guarniciones y banquetas, así como la colocación de arbustos.
“Es un trabajo entre el gobierno y sociedad para beneficio de todos los Naucalpenses. También vamos a reubicar a algunos comerciantes para que ya no haya tanto caos vial en esta zona”, acotó
En otro orden de ideas, emprender una serie de proyectos que posibiliten el inevitable proceso de una justa reubicación de comerciantes de vía pública y rescate del primer cuadro de la Ciudad.
Así también, rehabilitar completamente la zona, en su carpeta asfáltica, en el ambiente medio y superar los fétidos olores a “mierda y orines”, y el claro problema de inseguridad.
La solución es un asunto transversal de fondo, y no el variar a través de una panacea, con eso de uniformar a puesteros y puestos, y garantizarles más “permisos con orden y sin corrupción”.
En contraparte, a la mutación radical que merece el área para reivindicar el espacio como lugar social de expresión y manifestación sin un interés particular de “apropiación legal”.
En tal lógica, encontrar un lugar común más allá de la política y la economía, basado en los criterios de decencia y buen gusto para ser partícipes y constructores de estos lugares de reencuentro y apartados del vicio con lo común de la sociedad: las relaciones sociales.
Insistir en ese repensar del espacio público ante lo evidente que representa la nostalgia de aquel lugar perdido y de añoranza, con los nuevos modelos de ciudad en el legendario San Bartolo.
Es momento de rebasar esas imágenes del desorden y el peligro en las calles, callejones y vecindades abandonadas, y recrear una nueva cartografía del escenario.
Apostar por toda una nueva percepción del territorio compartido que si bien es cierto que puede focalizar en el mismo espacio una zona para el comercio y los servicios, la otra parte, es ir al riesgo.
Finalmente, y dentro del marco jurídico en el que todos tenemos derecho al uso del espacio público, y ejercer el derecho político como ciudadano, lograr su regulación y uso de acuerdo a ese derecho justamente público.
NAUCALPAN, Méx., a 20 de febrero del 2019.- En realidad que suena interesante por ejemplo aquí en Naucalpan, superar en tres meses, el abandono que dice el gobierno neomorenista que hay.
Asimismo, dar los resultados además prometidos en ese lapso de tiempo cuando prevalecen incluso rezagos ancestrales y que tienen que ver con la pobreza patrimonial que existe entre muchos otros.
Para los que socializamos en el Naucalpan centro-San Bartolo- quizá y sea aventurado resolver en 90 días el colapso urbano y liberar totalmente las calles de vendedores ambulantes y sus distintas modalidades, así como las diferentes bases de transporte público de pasajeros.
Igualmente, el reorganizar todo y disponer de importantes programas de movilidad, conectividad, y poner el espacio público reclamado por más de tres décadas atrás, al servicio del ciudadano.
Es decir, el completo cambio de rostro e imagen, a propósito de transitar libremente en ese perímetro urbano, al margen de uno o quizá dos días de gracia a efecto de evitar la enorme plaza.
No obstante, y evitar los paliativos con los comerciantes de vía pública, para las intermitentes jornadas de limpieza, pinta de guarniciones y rampas para personas con discapacidad.
A la vez, del retiro de propaganda en postes, barrido, recolección de basura, así como lavado del arroyo vehicular y banquetas, que en algunos otros momentos ya se hicieron y es bueno.
En ese tenor, el director de Atención al Comercio del ayuntamiento, Jesús Gutiérrez Gutiérrez, informó que el objetivo del programa es mejorar la imagen urbana de la zona centro y otros puntos del municipio
Lo anterior, con la participación de comerciantes, quienes además, apoyarán en la reconstrucción de guarniciones y banquetas, así como la colocación de arbustos.
“Es un trabajo entre el gobierno y sociedad para beneficio de todos los Naucalpenses. También vamos a reubicar a algunos comerciantes para que ya no haya tanto caos vial en esta zona”, acotó
En otro orden de ideas, emprender una serie de proyectos que posibiliten el inevitable proceso de una justa reubicación de comerciantes de vía pública y rescate del primer cuadro de la Ciudad.
Así también, rehabilitar completamente la zona, en su carpeta asfáltica, en el ambiente medio y superar los fétidos olores a “mierda y orines”, y el claro problema de inseguridad.
La solución es un asunto transversal de fondo, y no el variar a través de una panacea, con eso de uniformar a puesteros y puestos, y garantizarles más “permisos con orden y sin corrupción”.
En contraparte, a la mutación radical que merece el área para reivindicar el espacio como lugar social de expresión y manifestación sin un interés particular de “apropiación legal”.
En tal lógica, encontrar un lugar común más allá de la política y la economía, basado en los criterios de decencia y buen gusto para ser partícipes y constructores de estos lugares de reencuentro y apartados del vicio con lo común de la sociedad: las relaciones sociales.
Insistir en ese repensar del espacio público ante lo evidente que representa la nostalgia de aquel lugar perdido y de añoranza, con los nuevos modelos de ciudad en el legendario San Bartolo.
Es momento de rebasar esas imágenes del desorden y el peligro en las calles, callejones y vecindades abandonadas, y recrear una nueva cartografía del escenario.
Apostar por toda una nueva percepción del territorio compartido que si bien es cierto que puede focalizar en el mismo espacio una zona para el comercio y los servicios, la otra parte, es ir al riesgo.
Finalmente, y dentro del marco jurídico en el que todos tenemos derecho al uso del espacio público, y ejercer el derecho político como ciudadano, lograr su regulación y uso de acuerdo a ese derecho justamente público.
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