Por lo que precisó que analizan el origen de este tipo de artefactos ya que, por ley, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) es la encargada del resguardo y distribución de materiales explosivos.
“Puedo pensar que lo estén robando o lo están consiguiendo algunos. Esto solamente se vende a personas dedicadas a este tipo de actividad. Puede ser por robo o de alguna otra forma”, indicó el general.
Indicó que hasta el momento no hay indicio de alguna red de venta ilegal o mercado negro dedicado al intercambio de materiales de carácter explosivo. Tampoco pudo garantizar que estos ataques no pudieran ser llevados a cabo en el Valle de Toluca, a pesar de que la mayoría han sido localizados en el Valle de México.
Respecto a los casos documentados en esta última semana, dijo que analizan cada uno de manera particular y continúan con la recuperación de información; además que de los por lo menos tres artefactos explosivos que fueron encontrados en las últimas dos semanas en el oriente del Estado de México; ninguno ha dejado lesionados.
Ente los que se encuentra el que fue localizado el 14 de febrero en un inmueble comercial en Coacalco, un día después, pero en el complejo Mundo E, en Tlalnepantla, hallaron al interior de una caja un artefacto similar, que tampoco explotó.
Días antes, uno sí estalló en Ecatepec, al interior de una de las capillas de la catedral; la explosión provocó destrozos, pues el inmueble estaba vacío durante la detonación, por lo que no hubo pérdidas humanas que lamentar.
Por último, en Naucalpan se alertó sobre otro objeto de este tipo en los juzgados municipales. La Secretaría de Seguridad del Estado de México desplegó binomios para detectar la supuesta bomba y no fue localizada, sin embargo, el edificio tuvo que ser evacuado.
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