viernes, 14 de febrero de 2020

Supera a autoridades Municipales Naucalpenses el orden en entrega de recursos de Programas Federales a Adultos mayores

• Es “la locura”, la respuesta al recibir el beneficio, en donde las personas pasan hasta más de 4 horas paradas y formaditos en una larga fila que se mira interminable.

Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN, Méx., a 14 de febrero del 2020.-En sillas de ruedas, andaderas, muletas, bastones, enmedio del sol, parados, otros caminado de un lado a otro, algunos más desmayados por no desayunar en tiempo y en forma, y qué decir de los desvelados por hacer fila desde las 4 de la mañana.
Son los adultos mayores, quienes van al cobro y/o la ayuda al palacio municipal de Naucalpan, en la que se observan filas y filas de beneficiados casi interminables.
Es de plano “la locura”, para recibir el apoyo del Gobierno Federal, traducido en uno de sus tantos programas sociales del “65 y Más” y quizá, el pago o su pensión Universal.
La realidad es que van de todas las clases sociales; “ricos, medios ricos, pobres y más pobres a formarse entre 5 o 6 horas, sino es que más a tener el recurso y creo, que vale la pena la espera.
Nunca como antes, el histórico beneficio que concede el Gobierno a sus gobernados, sean de donde sean, del partido político que sean y del credo religioso igual, que sea.
En este asunto, “la vara para medir es la misma, la entrega directa a nuestros viejitos”, y otros no tanto que ya se la saben.
Verdaderamente que es inaudita la convocatoria, la cual al menos aquí, en Naucalpan, ha venido rebasando la capacidad de organización de la autoridades municipales y demás instituciones.
Asimismo y prácticamente, la falta de planeación, en la que está complicado el pasar decíamos alrededor de 4 o 5 horas de pie en el mejor de los casos, al margen de posponer la entrega.
Lo anterior, y no es menor que ya ha sucedido, en el que el recurso tanto no alcanzó como el que algunos funcionarios de Telecom y del mismo ayuntamiento cumplirían sus horas de trabajo.
El contexto es de asombro, por un lugar y el otro, de un sitio a otro, de subir y bajar escaleras, de formarse en una línea y luego posiblemente en la de a lado, para lograr el objetivo.
En la delicada travesía, vale también el apartado de lugares; “los hijos y los parientes que van de avanzada”, es espera del beneficiario, a la vez y que no hay un área para adultos con discapacidad.
En ese sentido, digamos para personas con precisamente discapacidad motriz, visual y auditiva, y que al final, es cierto, “son adultos mayores o de la tercera Edad”. Pero no está bien que los tengan en la calle.
Finalmente, es urgente revisar la logística para la entrega, el lugar y que, desde luego, con sillas, sombra, enfermeros y ambulancias, a efecto de atender los eventuales desmayos de la gente.

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