• Pide seguir apoyando a las culturas originarias para que éstas no desaparezcan.
• Carlos Guadalupe Hernández dijo que “ser un joven indígena en una ciudad, es uno de los retos más complicados”.
En la sesión semipresencial de la Cámara de Diputados, y como parte de la promoción y desarrollo de las lenguas indígenas nacionales, Carlos Guadalupe Hernández, hablante de la lengua triqui, pidió seguir apoyando a las culturas originarias para que éstas no desaparezcan y que se respeten sus derechos.
Desde la tribuna de la Cámara de Diputados, el originario de San Juan Copala, Juxtlahuaca, Oaxaca, se pronunció por una educación en lenguas maternas, atención médica, acciones en pro de las personas migrantes o desplazadas, apoyo a artistas y a los artesanos originarios de las lenguas maternas, así como cero discriminación de las instituciones públicas.
Indicó que ser un joven indígena en una ciudad, es uno de los retos más complicados que se puede encontrar hoy en día. “Hay discriminación por personas que siguen sin valorar cada uno de los conocimientos que seguimos conservando y transmitiendo de generación en generación, conocimientos que no debemos perder”.
Consideró necesario apoyar a las y los jóvenes indígenas y crear más espacios en los que hombres y mujeres se expresen libremente, “espacios que no sólo ocupen un evento temporal, sino que se queden de manera definitiva”.
Planteó la creación de una escuela comunitaria para personas migrantes o desplazadas, para seguir aprendiendo cada uno de los conocimientos empleados en distintos contextos de la comunidad, desde la medicina tradicional hasta el rescate de música tradicional e historias. “Llevarlo a la práctica con los verdaderos conocedores de las comunidades, no con personas que buscan lucrar y hacer negocios explotando recursos con proyectos que no se llevan a cabo”, aclaró.
De igual modo, sugirió apoyar con oportunidades de estudio a cada una de las personas que tienen ganas de salir adelante. “Muchas madres solteras de nuestras comunidades buscan oportunidades para estudiar, pero, lamentablemente, no pueden recibir alguna beca por rebasar la edad requerida”.
Relató que las y los artesanos aún conservan sabidurías milenarias; sin embargo, actualmente son una población muy olvidada en todos los sentidos.
“Nos da mucha tristeza ver cómo algunas instituciones se aprovechan de la nobleza de la gente regateando productos, dando espacios en pésimas condiciones para trabajar. Los verdaderos artesanos sabemos lo difícil que es elaborar alguna prenda; por eso, estamos en contra de las personas que únicamente son revendedores y bajan los recursos”, añadió.
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