El Pepsi Center de la Ciudad de México se convirtió en el
epicentro de una celebración que evocó los mejores momentos de la cultura
musical de los años ochenta. Con una multitud expectante que se contaba por
cientos desde la calle y hasta la entrada, el recinto se vistió de gala para
recibir a “el señor” Patrick Miller, un nombre que se ha convertido en sinónimo
de High Energy en México. Este evento marcó cuatro décadas de un legado
inquebrantable, donde las camisetas con el emblemático logo de Patrick Miller -el
alterego de Roberto Devesa convertido hoy en leyenda- adornadas con la palabra
"señor" como señal de respeto, fueron una constante entre los
asistentes que lograron hacer sold out en las entradas.
Roberto Devesa, mejor conocido como Patrick Miller, es el
principal responsable de mantener vivo el High Energy en México. Sus eventos y
producciones han evolucionado con el tiempo, incorporando tecnologías avanzadas
y sistemas audiovisuales de última generación. Este concierto no fue la
excepción. La atmósfera electrizante y la impecable producción audiovisual
crearon un clímax hedonista que emocionó a miles de personas, un sello
distintivo de los espectáculos de Devesa, que logra provocar un clímax
hedonista irrepetible e irrefrenable.
Desde 1995, Patrick Miller ha sido un baluarte de la música
ochentera en su sede original de Mérida 17, Colonia Roma. Pero su historia
viene desde 1983 y desde entonces hasta hoy, su legado perdura y su estilo se
impone. Este lugar en la Roma se ha convertido en un santuario del HI-NRG,
Italo Disco, Eurotrash y Dance, resistiendo el paso del tiempo y adaptándose a
nuevas generaciones que hoy pueden verlo por una sola noche de privilegio en su
efímera casa del Pepsi Center, con toda esa magia, pero llevada a lo
superlativo. Hoy, el culto a Patrick Miller es más grande que nunca, atrayendo
tanto a veteranos de la pista de baile como a jóvenes curiosos por experimentar
la magia de estas fiestas.
El traslado del evento al Pepsi Center prometía llevar la
experiencia audiovisual a un nuevo nivel, y vaya que lo cumplió. Después de
tres horas de música mezclada, el verdadero espectáculo comenzó a las 10 de la
noche. Las luces se apagaron y las pantallas cobraron vida, desplegando una
parafernalia inédita para el público mexicano. El despliegue técnico y
artístico dejó a todos sin aliento, elevando la experiencia a la par de
cualquier gran artista internacional.
Los mejores éxitos de High Energy de los setentas y ochentas
resonaron con todo su poder y potencia esta noche en el Pepsi Center. La
producción de luces dejó al público atónito, brindando un espectáculo visual
sin precedentes. Los asistentes, emocionados, salieron del recinto con una
sensación de satisfacción y ganas de más. La participación de artistas
invitados como Cynthia Johnson, The Twins y Tobías Bernstrup, aunque breve, fue
recibida con entusiasmo, logrando que sus hits encendieran aún más a una
multitud que rugía por más.
El público, una mezcla de todas las edades, desde mayores
nostálgicos hasta jóvenes vestidos con atuendos ochenteros, se sumergió en la
experiencia desde temprano. Los peinados a base de spray y los pantalones
brillantes dominaron la escena. Las clásicas retas de baile no se hicieron
esperar, con cada participante emulando los pasos de sus ídolos con fervor.
La nostalgia ochentera sigue viva y vibrante gracias a «el
señor» Patrick Miller. Mientras tenga vida y continúe deleitando a sus
seguidores con eventos de esta magnitud, el legado del High Energy perdurará,
reafirmando su lugar en la historia musical de México.
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