• El artista plástico recibió un emotivo homenaje por sus 50 años de trayectoria en la Sala Manuel M. Ponce, acompañado de amigos y de la comunidad artística
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Artes Visuales, rindieron un emotivo homenaje colectivo al pintor y músico mexicano Gabriel Macotela por sus 50 años dedicados a las artes y su 70 aniversario de vida.
El homenaje, realizado en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, devino en una celebración llena de regocijo y algarabía en la que familiares, amigos y público trajeron a la memoria gratos momentos vividos al lado del artista, ya en la plástica, en la música, en las luchas sociales, en fiestas, en casas, talleres, en las calles y las bardas de la urbe, que es el medio en los que ha transitado el homenajeado a lo largo de su vida.
Por ello, llegaron al homenaje por todos lados y de diferentes caminos dentro del arte. Ahí se dieron cita los artistas plásticos Juan Aceves y Gustavo Monroy; las periodistas y críticas de arte Angélica Abelleyra y Bertha Kolteniuk; los escritores Luis Ignacio Sáinz y Mardonio Carballo; el compositor Arturo Márquez, y otros artistas a través de dos proyecciones audiovisuales, presididos por la directora general del INBAL, Lucina Jiménez López, y de la Coordinadora Nacional de Artes Visuales del Instituto, Lluvia Sepúlveda –quien condujo la sesión.
Todos y cada uno hicieron referencia a los 50 años dedicados por Gabriel Macotela a una abundante y multidisciplinaria producción artística, a la férrea y constante reflexión crítica de su entorno y la experimentación artística --que siempre entrevera la música y las artes visuales--, pero también a su empeño en la creación de grupos y colectivos artísticos desde su juventud, y a su profundo activismo y compromiso social desde las artes.
En el acto, la Directora General del INBAL, Lucina Jiménez López, llamó a Macotela “hombre del renacimiento” que es capaz de encontrar las conexiones de la belleza en cualquiera de las expresiones por las que ha caminado. “Es un privilegio que nos hayas dado la oportunidad de reunirnos en esta polifonía de afectos, porque este homenaje está hecho desde ahí, desde una colectividad que tú aprendiste y ayudaste a construir, en esa crónica de toda una época que en tu voz se siente, de verdad, conmovedora. De eso está construido este país”.
Macotela –agregó la titular del INBAL— ha dejado huella en las artes y la sigue dejando, porque, en verdad, hay un compromiso importante: hombre del renacimiento, pero con conciencia de este siglo, de este tiempo, de este momento que ha permitido a todos y todas formar parte de una experiencia siempre, sea en una barda, una banqueta, levantando la voz frente a una injusticia o bien soñando futuros, porque Macotela es dueño de la libertad y es constructor siempre de su propio horizonte y ese horizonte no tiene fin”.
Luego expresó: “Gracias a Macotela que está hoy con nosotros, porque nos permite dar vida a esa macopedia que hoy se empezó a escribir, y esa macopedia está llena de páginas que son de afecto, de reconocimiento y de experiencias que han transitadas en las almas y en las vivencias desde el arte, en aquello que realmente brinda humanidad, brinda sensibilidad”.
Por último, Lucina Jiménez resaltó la conciencia ética de Macotela nuevo a Macotela, quien "es dueño de la libertad y es constructor siempre de su propio horizonte. Y ese horizonte, no tiene fin”.
En el acto, el artista recibió un diploma: “La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), más toda la colectividad cultural, otorgan el presente reconocimiento de Trayectorias notables de las artes en México, al artista visual Gabriel Macotela por 50 años de apasionada vida artística dedicada a la experimentación y reflexión crítica de sus entornos, por su compromiso y activismo social desde las artes”
Luego de recibir un ramo de flores y el pergamino, Gabriel Macotela, muy emocionado, recordó “con mucha emoción, pánico, miedo, o todo junto, aquel primer día del examen para entrar a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, porque realmente quería estudiar para ser pintor, pero tenía un miedo espantoso. Pero pasé el examen e hice amigos, muy queridos hasta la fecha. Éramos felices, éramos muy buenos amigos y mucho nos apoyábamos entre todos, queríamos mucho a nuestros maestros…”.
Entre risas y con un profundo sentido del humor, narró sus inicios en la música y la plástica, su primer amor –presente en la mesa--, su primera vez en subirse a un avión para ir a Europa con su compañera Yani Pecanins, su encuentro con artistas como Francisco Toledo en París y Vicente Rojo en Barcelona, quien le dejó de hablar tres meses porque, sin darse cuenta, se paró encima de una obra que Rojo trabajaba en el piso de su estudio, donde Macotela se paseó y fumó por horas en espera de él, entre otras anécdotas.
La periodista Angélica Abelleyra mencionó cuatro palabras ligadas a Gabriel Macotela, que bien resumen el ambiente del homenaje: gratitud, amistad, celebración y algarabía, mismas que se vieron aderezadas por la participación de integrantes del Estudio de la Ópera de Bellas Artes (EOBA), quienes interpretaron arias extraídas de las óperas Aída (Ritorna Vencitore) y de Nabucco (Va Pensiero), de Verdi, además de piezas de jazz a cargo de Valeria Rojas y el trío Río Revuelto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario