Se invita a la conferencia magistral José María Morelos, el padre de la República independiente, que será dada por la historiadora Cristina Gómez Álvarez.
- Conferencia Magistral José María Morelos, el padre de la República independiente de la historiadora Cristina Gómez Álvarez
- En colaboración con la Casa Morelos y el Centro Comunitario de Ecatepec cierra el ciclo Tras las huellas de José María Morelos
El 22 de diciembre de 1815, José María Morelos, jefe principal de los ejércitos insurgentes, fue fusilado en San Cristóbal Ecatepec, en el actual Estado de México, cumpliéndose así la sentencia dictada por el virrey de Nueva España, Félix María Calleja. Para conmemorar su 210 aniversario luctuoso, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), de pendencia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México., invita a la conferencia magistral José María Morelos, el padre de la República independiente, que será dada por la historiadora Cristina Gómez Álvarez.
En colaboración con la Casa Morelos y el Centro Comunitario de Ecatepec, la cátedra extraordinaria será virtual por Facebook (/inehrm.fanpage) y (/casademorelos ) y You Tube (Canal INEHRM) el jueves 18 de diciembre a las 17 horas. Gratuita, con chat abierto, para todo público.
José María Morelos, el 21 de octubre de 1810, pidió por escrito licencia a la Mitra de Valladolid para incorporarse a las filas de la insurgencia: “Por comisión del excelentísimo señor don Miguel Hidalgo, fecha ayer tarde en Indaparapeo, me paso con violencia a correr las tierras calientes del Sud... y siéndome preciso no perder minuto, lo participo para que, a letra vista, se sirva usted despachar el (coadjutor del curato de Carácuaro) que halle oportuno”.
En ese momento, Morelos no era ningún aguerrido insurgente, ni un ideólogo de la emancipación, ni un agitador, era más bien “un barrigón” como lo definió uno de sus estudiosos el historiador Ernesto Lemoine: “Morelos era un hombre pacífico y disciplinado dentro de la estructura sociopolítica y la burocracia eclesiástica que condicionaron su gris pero seguro existir. En rigor, aparte de párroco, semejaba un metódico rentista, de esos cuya bolsa crece al ritmo de su barriga (él mismo solía llamarse, en tono festivo, “barrigón”)”.
Gómez Álvarez, autora de El alto clero poblano y la revolución de Independencia, 1808-1821, ha señalado que tras la derrota de la insurgencia en su primer periodo y el fusilamiento de Miguel Hidalgo, en julio de 1811, “se estableció el primer gobierno insurgente en Zitácuaro, en agosto del mismo año marcando el comienzo de la etapa de auge de la revolución bajo el liderazgo destacado de Ignacio Rayón y José María Morelos”.
La también autora de Navegar con libros. La circulación de las ideas ha remarcado el papel de Morelos en la independencia: “convocó a un Congreso que se inauguró el 14 de septiembre de 1813 en Chilpancingo, donde presentó el famoso documento, redactado por su mano, titulado Sentimientos de la Nación, que encarnó el programa político y social de la insurgencia. Este documento sirvió de base para la elaboración del Decreto constitucional para la libertad de la América mexicana, más conocido como la Constitución de Apatzingán promulgada en esa localidad en octubre de 1814. Con el fusilamiento de Morelos en diciembre de 1815 y la disolución del Congreso, la revolución entró en una etapa de dispersión”.
Sobre el protagonismo insurgente de Morelos, los historiadores han polemizado alrededor de la creencia de si el general fue primero militar y después político, el decano Ernesto Lemoine aportó luces en su libro Morelos y la Revolución de 1810: “tras un repaso detenido de sus papeles muestra la simultaneidad y congruencia de ambas actividades, a partir de su ingreso en la escena revolucionaria”.
Morelos destacó primero por su sagacidad como estratega de combate y emprendió sus campañas militares y sobre la marcha, sujeto a circunstancias de tiempo y lugar, fue afinando su doctrina revolucionaria.
Otros factores del momento histórico favorable a los afanes de Morelos fueron la inexorabilidad de la revolución, la cual seguía adelante; la respuesta de los pueblos a quien reconocieron como su caudillo; el despertar de los oprimidos habituados durante siglos a vivir bajo la tiranía y de servidumbre, quienes nunca hubieran imaginado: el recuerdo de su libre albedrío.
Morelos dedicó una emotiva carta el 14 julio de 1815, en Puruarán, destinada a James Madison, presidente de Estados Unidos del Norte, donde expuso las razones de la insurgencia y, quizá, a su inevitable victoria:
“Cansado el pueblo mexicano de sufrir el enorme peso de la dominación española y perdida para siempre la esperanza de ser feliz bajo el gobierno de sus conquistadores, rompió los diques de su moderación y arrostrando dificultades y peligros que parecían insuperables a los esfuerzos de una colonia esclavizada levantó el grito de su libertad y emprendió valerosamente la obra de su regeneración”.
Conocer el legado de Morelos, sus acciones, sus textos libertarios, son la herencia invaluable e imperecedera para los mexicanos.
Para más información, consulta www.inehrm.gob.mx y las redes sociales del Instituto.
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