viernes, 20 de diciembre de 2013
La opinión de ... Salvador Ferrer i Paradeda
Chorizos y “butifarres”
Salvador Ferrer i Paradeda
Dos países, caminos paralelos, puntos de encuentro común, gente desgastada, pobres con hambre, votos voladores y muertos que reclaman justicia. Podríamos verlos en una serie televisiva, ya fuera la tan cacareada Televisa o Antena 3… ¡qué más da! Siempre es el mismo folletín con personajes parecidos, personajes que siembran confusión y odio. Vayamos al quid de la cuestión.
Confusión porque no informan o informan lo que quieren, traducido al castellano castizo; informan según les pagan las altas esferas políticas, los bancos, las empresas multinacionales… el poder fáctico en definitiva. Dicho sea de paso todas tienen un factor común, desorganizar lo organizado para organizarlo a su antojo y sacar el provecho adecuado.
Odio porque el ciudadano común, aquel que realmente paga y sabe de milagros para llegar a fin de quincena o mes, ve con sorpresa como más de lo mismo significa menos para él y no tiene cómo superar una crisis galopante que hará más pobres y más ricos a los ricos.
Un contrasentido si tenemos en cuenta que en pleno –y casi final- 2013- deberíamos estar al borde de la lectura colectiva en cuanto al placer de saber vivir y disfrutar. Hemos avanzado en conocimientos y tecnología, hemos dado pasos buscando la forma de existir más años, de tener las respuestas a todo y vacacionar en Acapulco o Marbella, lugar de encuentro de capitalinos en ambos países. Exceptuando a la familia real que tiene la “capacidad” para ir a Mallorca y vivir de las arcas ajenas, y cuando quieren más, se inventan fundaciones con sabor a gaseosa y color vino tinto.
Hemos sacado de la chistera a una raza salida de lo más tenebroso; diputados, senadores y políticos en general –hay excepciones que hacen ver un poco de luz en la sombra- . Primero en un número elevado, a eso se le llama saqueo de arcas por lo que cobran y no trabajan, segundo porque a pesar de ser los elegidos de los votantes –otra vez el ciudadano sufrido- hacen lo que quieren y se pasan las leyes o las cambian, por el forro de… las mangas del chaleco.
Una vez dije que no deberíamos usar la palabra “pendejo”, -en el otro país tal vez le llamaríamos imbécil- sí en cambio la palabra “pandejo”, animal derivado de una osita panda y un conejo (en el placer del acto sexual de estos animales, debe haber una explicación muy exacta y determinante para saber como llegar al coito y fecundar un espécimen tan raro), también es cierto que el parto puede no sea doloroso después de seis o cuatro años de engendro.
No hay dos sin tres y buscando entre los rincones más escondidos podemos encontrar a los charcuteros, ellos sí saben de hábitos y costumbres, han logrado fabricar un artículo que define perfectamente a los antes mencionados –me refiero a los políticos con máscara, capa y espada- y para deleite del consumidor tiene un nombre; chorizos y “butifarres. Chorizos porque así se les llama también a los amigos de lo ajeno –se puede incluir a los que se ajenan lo que no les corresponde ni trabajan, grandes sueldos, prebendas y horas de siesta durante el trabajo- y butifarras porque nosotros, quienes navegamos entre la latente crisis les enviamos un corte de mangas y un aviso: “la manteca de cerdo sirve para cocinar y untar”.
¡¡¡Hasta en embutidos y “delicatessen” vamos por caminos paralelos a 9 mil kilómetros de distancia!!!
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