viernes, 20 de diciembre de 2013
No hay garantía que bajen luz, gas y gasolina
Tras la aprobación de la Reforma Energética, y en especial en el caso de la generación de energía eléctrica, pasarán varios años antes de ver los beneficios.
La Reforma Energética no garantiza que bajen los precios de gas, gasolinas, combustóleo y electricidad ya que, finalmente, los tres primeros se rigen por precios internacionales, y la competencia por la extracción de petróleo y gas natural tampoco es garantía de nada, ni siquiera un detonante de empleos. No al menos en el centro del país, aunque tal vez eso ocurra en estados productores como Veracruz, Campeche, Tabasco y Tamaulipas, y no en el corto plazo.
Lo anterior fue expresado por Francisco Cuevas Dobarganes, dirigente de la Unión de Empresario del Estado de México AC (UNIDEM), quien sostuvo también que en el caso de la generación de energía eléctrica, pasarán varios años para ver los beneficios y que, en todo caso, los altos precios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) "se deben más a la falta de eficiencia de la empresa que a los costos de compra del gas".
"Es cierto que si se compra gas natural más barato se podría bajar los precios de la energía eléctrica, pero para que se incremente la producción y sobre todo el transporte del gas, tendrán que pasar varios años", dijo, y agregó que en esto la reforma no aporta algún beneficio "por lo menos en corto plazo".
En cuanto a las gasolinas, aceites, plásticos y gas L. P. "tampoco pensamos que haya mejoría en precios en el corto plazo ya que difícilmente las empresas trasnacionales invertirán en refinerías en el país, toda vez que se trata de la parte menos rentable del proceso y seguirá siendo más barato importar casi la mitad de esos derivados".
Destacó que la reforma energética no será un detonante del empleo pues "las inversiones no se verán en el corto plazo y las que habrá, se generarán en estados productores tales como Veracruz, Campeche, Tabasco y Tamaulipas".
Resaltó que la reforma hasta podría ocasionar desempleo en el centro del país debido a que "las trasnacionales que venden gasolinas a los autos, y se les permitirá su entrada al mercado, trabajan bajo modelos de "autodespacho", por lo que no sólo no contratarán, sino que obligarán a las franquicias de Pemex a ser más competitivas y hasta podrían despedir personal al implementar modelos similares", remarcó el dirigente.
Por otro lado, Francisco Cuevas dijo que "Las ventajas que vemos en la reforma es que al haber mayor extracción y transporte de gas natural, podrían eliminarse las "alertas críticas" de Pemex que obligan a los industriales del centro y occidente del país a disminuir su consumo y por ende su producción; ese beneficio los esperaríamos hasta el 2015, que sería el tiempo de construcción de gasoductos".
Comentó que otro punto favorable que se observa con la reforma es que "podría inducir el decrecimiento de Pemex hacia una empresa más pequeña y rentable y, al mismo tiempo, se podrían contraer los pasivos que tiene, que si se dejan crecer, podrían ocasionar un problema mucho más complejo que en lo que en su momento fue el Fobaproa o el Rescate Carretero".
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