viernes, 13 de junio de 2014
EE.UU. madura un plan secreto para entrar en los servicios públicos europeos
© REUTERS Kevin Lamarque
EE.UU. negocia en secreto con Europa la oferta inicial de servicios a liberalizar en el marco del Tratado Transatlántico de Libre Comercio e Inversiones (TTIP), uno de los pactos que más influirán en la vida de los europeos en las próximas décadas.
Las negociaciones, que han sido clasificadas como confidenciales en Europa y EE.UU., están en el punto de mira de organizaciones sociales y partidos de izquierda, ya que sus efectos pueden suponer en la práctica una mayor liberalización de decenas de sectores en la UE, que tiene una normativa más exigente que al otro lado del Atlántico, y abre la puerta a un mayor poder de las empresas privadas, informa 'ElDiario'.
El portal, citando documentos secretos a los que ha tenido acceso y que sirven de base a la negociación, señala que Europa ha presentado un "catálogo" de servicios que está dispuesta a negociar con EE.UU. para flexibilizar los negocios de este sector.
Según 'ElDiario', el borrador filtrado es con el que trabaja la Comisión de Servicios e Inversión europea, lo que supone que se hace un recorrido por todos los servicios, incluidos los públicos, que se ofrecen a los ciudadanos. Esto implica que también se abra en el abanico de las ofertas, cuestiones como los servicios sanitarios, servicios sociales, educación y cuestiones claves como los servicios de la energía. Es una lista que incluye todo lo que es susceptible de discusión.
"El documento sobre el posible Tratado Transatlántico es un 'streaptease' en toda regla, en el que los eurócratas exhiben todas las flaquezas de los países miembros para que los estadounidenses sepan a qué restricciones se van a enfrentar y negocien su eliminación", indica.
Es especialmente llamativo que solo un área no se discute en el texto: las finanzas. Aunque inicialmente los servicios financieros se iban a incluir, como todos los demás aspectos de la economía en el Tratado, EE.UU. ha puesto trabas en la negociación. Desde Washington entienden que la actual regulación financiera es más exigente que la europea. Por este motivo, los estadounidenses han pedido excluir a las finanzas del marco de cooperación regulatoria, que les hubiera llevado a negociar su actual nivel de regulación financiera y hacerlo más laxo.
Los servicios bancarios son por lo tanto la única línea roja marcada en el documento, y no por voluntad europea. Del resto, la UE muestra su deseo a hablar de todo, incluida la prestación de servicios médicos, que abriría aún más el negocio de la salud a las grandes corporaciones estadounidenses de sanidad. Pero también el transporte, o la liberalización de los colegios profesionales.
Desde los sindicatos europeos de servicio público se subraya que esta apertura a negociar este tipo de prestaciones atentará contra la calidad de los servicios y el empleo.
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