sábado, 7 de junio de 2014

Inviable, que el penacho de Moctezuma regrese a México

Reyna Paz Avendaño |La Crónica.
La restauración del Penacho de Moctezuma reveló que su estructura es de madera, dice María Olvido Moreno. Al penacho de Moctezuma le quedan 500 años de vida. Además, su regreso a México es inviable porque no existe la tecnología para transportarlo sin que éste se dañe durante su traslado, señaló María Olvido Moreno, investigadora de la UNAM, al término de la presentación del documental El penacho de Moctezuma, plumaria del México Antiguo, que se transmitirá hoy por TVUNAM. Los resultados de sus estudios, junto con el detalle de qué materiales orgánicos utilizaron los artesanos mexicas (amantecas) para diseñar el penacho del siglo XVI, ubicado en el Museo del Mundo de Viena, forman parte de la primera etapa de restauración y conservación a la pieza de arte plumario más emblemática del país. “El trabajo que se documenta es un proyecto binacional de México y Austria realizado de 2010 a 2012 y, además, está dando frutos valiosos porque nunca se había estudiado (el penacho) con tecnologías de punta. Se resolvieron muchas incógnitas y se llegó a conocer el catálogo de técnicas plumarias que encierra este objeto”, destaca. La investigadora, junto con académicos del Instituto de Biología y la Facultad de Ingeniería de la UNAM, así como científicos de Austria y Alemania, detallan en los 75 minutos del documental qué especies de aves fueron usadas por los mexicas para obtener las plumas y dan a conocer el estado actual de conservación de la pieza. De acuerdo con el filme, el penacho presenta 29 fracturas, dos redes faltantes (especie de malla sobre las que se tejió todo el penacho), 98 elementos metálicos sueltos y más de 100 plumas fragmentadas, daños ocasionados por los constantes traslados al interior de Viena a causa de las guerras mundiales, infestaciones y por intervenciones no sofisticadas. Dichas fragilidades, colocan al penacho en un estado de vulnerabilidad que elimina actualmente la posibilidad de que regrese a México; sin embargo, María Olvido señala que gracias a los trabajos de conservación, la vida de este objeto es de 500 años más. —¿Es posible que en esos 500 años pueda desarrollarse la infraestructura adecuada de traslado? —Es pregunta me encantaría que se la hiciera a los doctores de ingeniería de la UNAM, ellos son los expertos en vibraciones y sistemas de transporte. Éste es un trabajo multidisciplinario, ellos podrán dar la información con las cifras que tomaron y con del diagnóstico que hicieron. No me atrevo a meterme en ese campo porque no es mi campo. FUTURO. En palabras de la titular del proyecto, la investigación binacional también abre nuevas líneas de investigación como análisis de materiales y perfeccionamiento de técnicas no invasivas para toma de muestras, ya que la identificación de materiales se hizo a través de elementos sueltos o desprendidos. “Hoy sabemos que la estructura es de madera pero no hicimos una identificación de ésta porque no íbamos a cortar un pedazo de las varillas del penacho. Quisiéramos saber qué tipo de madera es y nuestra apuesta va por el desarrollo de las tecnologías no invasivas que quizás en unos años puedan dar respuesta a una serie de preguntas que quedan abiertas”, expresó. —¿Qué otros trabajos quedan pendientes? —El penacho pertenece a un corpus de 7 objetos de plumaria mexicana del siglo XVI que comparten técnicas y materiales y ese estudio es el que está en marcha y lo estamos haciendo un cuerpo de investigadores nacionales y extranjeros. María Olvido señaló que las representaciones de arte plumario está presente en culturas primarias como la olmeca, por lo que el penacho revela la continuidad de una tradición compartida y logros de amplios grados de sofisticación alcanzada por los amantecas. “La pieza es de alta tecnología en el que magistralmente se combinan los materiales haciendo un ente sistémico y orgánico que en su momento fue dinámico, flexible y resistente. Entonces el manejo y dominio de los materiales solamente se dan a partir de una larga tradición, en este caso, de muchos siglos de trabajo de los amantecas mesoamericanos”. MATERIALES. Con musicalización de Mario Lavista y participación de Alfredo López Austin y Matos Moctezuma, los televidentes observarán imágenes de las seis piezas plumarias hechas en el país que aún perduran. “Tres están en Austria: el penacho, el chimalli de Ahuizotl y el abanico o estandarte de la mariposa. En el Museo Regional de Gutenberg de Stuttgart hay dos escudos más de plumas que también se grabaron. Lo mismo para el escudo del Museo Nacional de Antropología y uno más hecho de pieles de felino con plumas que está en el Castillo de Chapultepec”, indicó Jaime Kuri, realizador del documental. En producción con el Organismo Promotor de Medios Audiovisuales, este video, dijo, se pondrá a venta en los próximos meses y se alista una versión en alemán para transmitirlo en Alemania y Austria.

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