domingo, 27 de julio de 2014
La opinión de... Salvador Ferrer i Paradeda (Madres obsesionadas por la limpieza)
MADRES OBSESIONADAS POR LA LIMPIEZA.
Salvador Ferrer i Paradeda.
En la batalla bacteriológica que enfrenta madres e hijos hay que tener presente este principio: cualquier lugar, aunque esté extremadamente limpio, siempre se puede volver a ensuciar. En cambio, puede que el mismo lugar esté tan sucio que ya sea prácticamente imposible de limpiar.
Si las madres tuviesen eso presente, comprenderían que tienen la batalla perdida, pero no. Vamos a explicar el motivo, porque están en juego intereses económicos muy poderosos, ser conscientes del celo nos reportará beneficios y conocimientos.
Las empresas de productos de limpieza mueven en general una cantidad de dinero muy superior a los que mueve la industria tabaquera. Primera sorpresa. A pesar de esto - y a pesar de la dependencia patológica que puedan crear éstos productos -, en la mayoría de los países occidentales, donde la publicidad del tabaco está controlada, la publicidad de los productos de limpieza no tienen ningún problema.
Los supermercados son realmente arsenales químicos a disposición de las madres para así poder limpiar cualquier tipo de mancha en cualquier superficie. Mientras que los hijos a la hora de ensuciar, no disponen de ningún producto específico, han de improvisar, usar del ingenio - sin maldad -.
Azulejos que parecen espejos y baños que parecen tazas de consomé, es el sueño utópico que mueve millones y que es motivo constante de conflictos entre generaciones.
Los ecologistas tendrían que decir alguna cosa.
¿ Vale más la vida de una foca qué la de un insecto de cocina ?. ¿ Cuántas cucarachas hay qué salvar para hacer el equivalente de una ballena ?. ¿ Cómo va eso, a peso.... .?.
Concretando; la obsesión esterilizadora que sufren poco o mucho las madres, hace que los hijos se sientan extraños en la propia casa, hace aflorar el sentido de culpabilidad, de seres vivos que sudan, evacuan, exhalan, segregan, etc.
Un hijo rodeado de limpieza queda inmovilizado de la misma manera que inmoviliza un enfermo en el quirófano la contemplación del lugar. Visitad una comunidad "okupa" y entenderéis la inmensa sensación de libertad que transmite la suciedad.
Pero no escribo para quejarme, más bien para aportar soluciones a problemas concretos que nos atormentan diariamente, por lo tanto, ¿ cómo podemos utilizar a favor nuestro el hecho de tener una madre obsesionada por la limpieza?
Muy fácil.
Tenemos que poner en funcionamiento los conocimientos adquiridos de estrategia emocional. Hemos de comprender que las madres - o los padres - cuando limpian,
simbólicamente e inconscientemente están borrando una parte oscura de su pasado, un episodio del cual se sienten profundamente avergonzados.
¿ Cuál es la culpa ?.
Es difícil de conocer pero estad seguros que existe.
Por tanto, cuando la madre te riña porque pones los tenis sucios encima del sofá, te acercas, la "apapachas " y le dices susurrando:
Madre, sé lo que significa el sofá, lo importante que es para ti, el tío me lo contó y me hizo comprender. Yo te perdono y te aseguro que papá nunca sabrá nada...
Si es una familia con numerosos tíos y tú no especificas cuál, existe la posibilidad que tu madre quede "helada" y ninguna palabra salga de su boca, dándose la vuelta entre un silencio cómplice de una realidad ya lejana.
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