miércoles, 29 de octubre de 2014

Ven negocio frente a la proliferación de baches

No está prohibido, pero se requiere autorización; venden asfalto en frío a particulares para que ellos mismo arreglen hoyos de las vialidades Francisco Pazos
Alientan a que los particulares reparen los baches por su propia mano; DF, el mejor cliente
¿Está cansado de algunos de los más de 12 mil baches que afectan a la Ciudad de México? ¡Repárelos usted mismo! Eso es lo que propone una empresa privada que ofrece a la venta asfalto en frío ante la falta de atención a las denuncias ciudadanas en materia de bacheo. De acuerdo con un reporte de la Agencia de Gestión Urbana (AGU), entre enero y septiembre pasado, al menos siete mil 952 denuncias sobre la presencia de baches en vías secundarias, a cargo de las delegaciones, sumaban hasta diez meses sin ser atendidas. En ese mismo periodo, en vías primarias, a cargo de la Secretaría de Obras y Servicios del DF (Sobse), estaban pendientes otros cuatro mil 662 casos de baches, para sumar más de 12 mil denuncias según el concentrado de la AGU respecto a las llamadas que recibió a través del número de atención 072. Frente a la desatención de las autoridades y la presencia constante de baches en las vialidades, a través de anuncios impresos y en internet, la empresa Diseño Artístico y Ensamble SA de CV ofrece a la venta asfalto en frío para realizar labores de bacheo. “Cansado de baches??? Repárelos Ud. Mismo. Olvídese del problema Asfalto en frío. Funciona con agua, sacos 25kgs” y “Cansado de los baches !!! Tenemos la solución definitiva a un precio económico. No corra a sus clientes…evítese molestias”, son las ofertas que hace esta empresa en medios impresos e internet. De acuerdo con personal de la empresa, el mayor número de llamadas que reciben para preguntar sobre el asfalto en frío llegan del DF, tanto de particulares como de empresas. “Es muy fácil de aplicar, lo pueden hacer por igual hombres y mujeres ya que no representa ninguna dificultad. Es muy fácil de transportar y se almacena como cualquier tipo de cemento”, explicó a Excélsior una vendedora. La Sobse utiliza esta misma mezcla asfáltica para labores de bacheo y fresado durante la temporada de lluvias con una variedad conocida como AC-20. En su página de internet, la empresa destaca que el asfalto en frío ofrece una mayor adhesión entre los materiales, mayor seguridad, es repelente al agua, a la radiación ultravioleta y resistente a la lluvia, al paso de vehículos pesados, tiene mayor agarre con las llantas y disminuye el agrietamiento en comparación con el asfalto tradicional. De acuerdo con el manual de instalación de la empresa, este tipo de asfalto no requiere de grandes cuadrillas de trabajadores. Hágalo, pero… Aunque la reparación de un bache en la vía pública no está prohibida en el cuerpo legal aplicable en el DF, su ejecución requiere de una autorización que emita la autoridad delegacional correspondiente. De acuerdo con el Reglamento de Construcciones del Distrito Federal, en su Artículo 10, la realización de obras, modificaciones o reparaciones en la vía pública requiere de la autorización de un órgano administrativo. Fuentes del gobierno capitalino explicaron que la reparación de un bache por un particular puede, además, constituir una falta administrativa contemplada en la Ley de Cultura Cívica del DF, con multas que pueden ir de 11 a 20 días de salario mínimo. No obstante, si en el proceso de reparación se ocasionara daño a la vía pública, la responsabilidad civil podría ser penal conforme a lo establecido en el Código Penal para el DF que fija penas de uno a cuatro años de prisión y de 100 a cinco mil días de multa a quien dañe o altere alguna vía o medio de comunicación. Alfredo Hernández, titular de la Sobse, ha señalado que para mantener en correcto estado los 13 mil 700 kilómetros de vías primerias y secundarias del DF sería necesaria una inversión de 100 millones de pesos anuales durante los próximos cinco años. Pérdida... Fragmento del texto del periodista Manuel Buendía (1976). “Se comprenderá que él formaba parte no sólo de mis hábitos personales, sino de mi propia vida... Pero el lunes había muerto. Pasé, y no lo vi. Me regresé. No, no estaba ya. Pregunté. Me confirmaron: había muerto... Me vestí de luto, tomé una excesiva ración de vodka y luego fui a arrojar una flor en aquel sitio. Créanme, malditos: yo había llegado a amar ese bache.

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