domingo, 2 de noviembre de 2014
Cataluña condiciona el pago de la deuda española
Oriol Junqueras, líder independentista de Cataluña, advirtió que si España no acepta negociar, la región dejará que el país caiga en suspensión de pagos
AFP y EFE.
El líder del partido Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, advirtió que Cataluña podría dejar de aportar su parte de la deuda española si el gobierno de Mariano Rajoy no negocia su independencia. Imagen tomada de: www.facebook.com
El líder del partido independentista Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Oriol Junqueras, advirtió que si el Estado español no acepta negociar con una eventual Cataluña independiente, haría inviable que la economía catalana pague su parte de la deuda y España entraría en suspensión de pagos.
El presidente del ERC subió así el tono en el ya tenso pulso que mantiene con el gobierno español, a una semana del simbólico voto sobre la independencia de Cataluña que pretende llevar a cabo a pesar de la negativa del Ejecutivo central y del Tribunal Constitucional.
Sobre la deuda pública española, “si el Estado español no negocia, hará inviable que la economía catalana pueda hacerse cargo de esta deuda, y España entrará en situación de default”, aseguró el político independentista en una entrevista con el diario El País.
La deuda de Cataluña ascendía a 62 mil millones de euros en el segundo trimestre de 2014, según cifras del Banco de España, el equivalente a seis por ciento de la deuda total española.
ERC ha ido ganando influencia frente al partido Convergència i Unió (CiU), cuyo presidente, Artur Mas, se bate por cumplir su promesa de un referéndum de independencia en esa región a pesar de las trabas legales impuestas desde Madrid.
Un sondeo publicado por el gobierno de Mas el pasado viernes mostró que ERC podría sobrepasar al actual partido en el poder por más de 39 escaños en el Parlamento regional, mientras que Mas podría quedarse en 32.
El partido de Junqueras apoya en la actualidad a Mas en el Parlamento catalán, pero ambos partidos disienten sobre cómo abordar la tajante negativa del gobierno central a la celebración de la consulta soberanista.
El viernes, el Ejecutivo de Mariano Rajoy lanzó una nueva impugnación al referéndum, que debería celebrarse el 9 de noviembre, a la que Mas respondió con sus propios argumentos judiciales.
Mientras, ERC exige que se celebren elecciones anticipadas que sirvan como comicios plebiscitarios sobre al independencia.
Cataluña lleva años pidiendo una mayor autonomía respecto del Estado central, una demanda que iba a cristalizar en el llamado Estatuto de Autonomía en el año 2006, y que le otorgaba grandes competencias territoriales.
Pero el Estatuto fue tumbado por el Tribunal Constitucional en 2010, lo que sumado a la crisis, que ha golpeado duramente a Cataluña y el hartazgo por las medidas económicas que los catalanes consideran impuestas desde el gobierno central, hicieron dispararse el sentimiento independentista en los últimos años.
Junqueras asegura que los catalanes estarán “encantados” de asumir la parte que les corresponda de la deuda del estado, pero advierte que sólo lo podrán hacer “si el Estado no se niega a negociar”.
Junqueras admitió en la entrevista con El País, que la consulta inicial convocada para el próximo 9 de noviembre “era un referéndum”, aunque lamenta que el nuevo modelo ya no lo es, por lo que aboga por convocar unas “elecciones constituyentes” en las que haya una mayoría que abogue por “ejercer la independencia tan pronto como sea posible”.
Después de dos años pactando con CiU en el Parlamento de Cataluña, Junqueras avisó que a partir de ahora no van a aprobar de nuevo unos “presupuestos autonómicos” y marcó distancias con la federación de Artur Mas, asegurando que el futuro de Cataluña lo tienen que construir los que “estén limpios de corrupción”. “CiU tiene muchos casos y tiene que hacer un esfuerzo muy importante”, aseveró.
El viernes, Artur Mas acusó al gobierno español de estar actuando con “abuso de poder” al impugnar nuevamente el simbólico voto sobre la independencia del 9 de noviembre ante el Tribunal Constitucional.
“El gobierno central está actuando con abuso de poder y abuso de derecho”, aseveró en una comparecencia en Barcelona, acusando a Madrid de utilizar impropiamente al Tribunal Constitucional para resolver conflictos políticos.
Mas anunció que “pedirá a los servicios legales del gobierno catalán estudiar las acciones a emprender contra el gobierno español por este abuso de poder”.
Esta votación, con escaso valor representativo, fue anunciada por el presidente regional el 14 de octubre después de cancelar el referéndum consultivo convocado inicialmente y suspendido por el Tribunal Constitucional tras un recurso del gobierno español.
La votación no tendría censo electoral ni organismo supervisor y sería organizada por ciudadanos voluntarios.
Defienden realización de consulta
Dos Premio Nobel de la Paz, el argentino Adolfo Pérez Esquivel y el sudafricano Desmond Tutu, firmaron un manifiesto junto a otras personalidades internacionales en el que piden que los catalanes “puedan votar sobre su futuro”.
El texto se dio a conocer ayer en www.letcatalansvote.org, un día después de que el gobierno de Mariano Rajoy impugnara la seudoconsulta secesionista que el jefe del Ejecutivo de Cataluña, Artur Mas, quiere celebrar el 9 de noviembre en la región del noreste de España en sustitución del referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional.
Los firmantes del manifiesto, entre ellos también el cineasta británico Ken Loach y el escritor portugués António Lobo Antunes, señala que “una mayoría de catalanes” ha expresado su deseo de votar para decidir su futuro.
“Impedir que los catalanes voten parece contradecir los principios que inspiran las sociedades democráticas”, señala el manifiesto, refrendado también por el hispanista británico Paul Preston.
“Hacemos un llamado al gobierno español y a sus instituciones, así como a sus homólogos catalanes, para que trabajen juntos para permitir que los ciudadanos de Cataluña puedan votar sobre su futuro político y, posteriormente, establecer negociaciones de buena fe basadas en el resultado”, señalan.
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