"Se repitió la historia": Sobrino de Lucio Cabañas entre desaparecidos de Iguala

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(David Nieto) Ilustrador se suma a búsqueda de normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, en la imagen Cutberto Ortiz Ramos Cutberto, su tío desaparecido, tenía casi la misma edad que su sobrino cuando no se supo más de él. El famoso guerrillero guerrense Lucio Cabañas, quien también fue dirigente del Partido de los Pobres en Atoyac de Álvarez y una figura de la lucha campesina durante los 70, era acompañado por Cutberto Ortiz Cabañas con quien desapareció durante la llamada guerra sucia. A 40 años de los hechos, su prima Elodia Ortiz Cabañas, narra que la tragedia ronda una vez más a su familia, a pesar de que la desaparición de su hermano Cutberto marcó a la familia con angustia y temor, además de tristeza mientras aguardaban con esperanza la posibilidad de que el hijo regresara. “Se repitió la historia”, afirma Elodia, pues entre lo 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa que desaparecieron el 26 de septiembre en Iguala, se encuentra su sobrino Cutberto Ortiz Ramos, quien era estudiante del primer año en la Normal Rural. Elodia cambió su apellido durante la época de la guerrilla para sobrevivir, porque era acosada por el Ejército y afirma que ya sabe lo que se siente pasar por la tragedia, sobre todo el no saber si están vivos o muertos. Cutberto se ubica en la posición número 40, de izquierda a derecha, en el cartel que el gobierno de Guerrero circuló con los rostros de los normalistas desaparecidos, de él dice su tía, "es trabajador, solidario" además de que le agradaba jugar basquet en la cancha San Juan de las Flores, a 30 minutos de Atoyac. Elodia en compañía de sus familiares, acude ya por segunda ocasión a la normal para visitar a su hermano, Óscar Ortiz Cabañas, papá de Cutberto, quien vive prácticamente allí mientras espera que su hijo aparezca desde el 28 de septiembre. Cutbe era hacendoso, pintó la casa y ayudaba a sus padres a sembrar café en una huerta pequeña de su propiedad y donde su padre, Óscar, llegó a caminar con Lucio. El año pasado, Cutbe pidió a sus padres que lo metieran a Ayotzinapa, pero sus papás no tenían dinero, hasta 2014 mediante sus ahorros pudieron mandar al joven a estudiar la carrera de Educación Primaria: "él quería ser algo en la vida” afirma su tía Elodia, quien vive con la esperanza de encontrar a su sobrino y sus compañeros con vida. Con información de El Universal