martes, 25 de noviembre de 2014
Privilegia México a adinerados; es último de la OCDE en gasto social
MATHIEU TOURLIERE
Una mujer de la comunidad mixteca en Cochoapa, en la región de la montaña de Guerrero.
Foto: Miguel Dimayuga
MÉXICO, D.F. .- Al aplicar sólo 7.7% de su Producto Interno Bruto al gasto social, México se colocó en el último lugar de los 34 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) cuya erogación promedio alcanza 21.4% del PIB, según estadísticas que publicó hoy el organismo internacional.
México se encuentra en el extremo opuesto de Francia, el país de la OCDE que invierte la mayor parte de su PIB en gastos sociales, cerca de 31%. Según el organismo, México invirtió en 2014 una proporción de su PIB inferior a 3 puntos frente a la que canalizaban, en 1960, unos 21 países de la Unión Europea.
Economías relativamente similares a la de México, como Turquía y Brasil –aunque este último no forma parte de la OCDE–, invierten respectivamente 12.2 y el 16% de su PIB en gasto social, superior al de México en más de 5%.
De acuerdo con la OCDE, la mayor parte del gasto social se concentra en las pensiones, la salud y las ayudas financieras al desempleo. México es el país de dicho organismo que menos invierte en pensiones (1.8% del PIB) y en servicios de salud (2.8%), según las estadísticas del organismo.
Más injusto
Además, si bien el gasto social tiene una función de redistribución y de nivelación social, en México más de 55% del gasto social se dirige a 20% de los ciudadanos con los mayores ingresos, más del doble del promedio de la OCDE y 15% por arriba de Portugal, el segundo país que más redistribuye a los ciudadanos de altos ingresos.
En México, apenas 10% de este gasto se destina al 20% de mexicanos más pobres, según las estadísticas, un poco más arriba de Turquía y Grecia, que invierten respectivamente 5 y 8% de sus gastos sociales en los sectores de ingresos más bajos.
“En estos países (Turquía, Grecia y México, las tres naciones que dedican la proporción más baja de su gasto social a los más pobres), las transferencias sociales suelen dirigirse hacia los hogares más adinerados, debido a que los pagos están muchas veces relacionados con una historia laboral en el sector formal, y muchas veces conciernen pagos de pensiones a empleados retirados”, explica la OCDE.
En Noruega, el país que cuenta con el mayor Índice de Desarrollo Humano en el mundo, apenas 8% del gasto social se destina a los más sectores de altos ingresos, mientras que 40% se invierte en 20% de la población más pobre.
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