Luciano Franco |
El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, reconoció que únicamente “una rótula y algún otro pedazo”, de los restos localizados en un basurero de Cocula, son sujetos de analizarse para determinar si pertenecen a los jóvenes normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos desde finales de septiembre pasado.
Explicó sólo uno de los 43 normalistas llevaba cabello porque era el líder; el resto iba rapado por ser de primer ingreso, pero aceptó que los indicios de que se trata de los estudiantes “son muy fuertes”.
Explicó su polémica frase del viernes pasado, cuando al término de una conferencia de prensa lanzó: “Ya me cansé”, y aseguró que de lo que está cansado “es de la violencia brutal” que enfrenta el país en diversas regiones.
Dijo que en efecto estaba cansado: “No tengo porque mentir; soy tan humano como cualquiera y también me canso: Llevo 30 días durmiendo tres o cuatro horas, y particularmente en ese momento tenía 40 horas de no hacerlo”.
En un recorrido por diversos medios informativos electrónicos, ayer, el procurador Murillo Karam sostuvo que son “bastante sólidos” los indicios de que los restos hallados en un basurero de Cocula, presentados el pasado viernes, son de algunos de los normalistas desaparecidos.
Sin embargo, dijo que mientras sean sólo eso, indicios, para la autoridad los 43 jóvenes estudiantes continúan en calidad de desaparecidos, aunque aceptó que su reto “es la identificación” de los restos localizados.
Murillo reveló que El Gil, lugarteniente del grupo delincuencial Guerreros Unidos en Cocula, envió un mensaje a su jefe, Sidronio Casarrubias, quien estaba en el Estado de México, el viernes 26 de septiembre, en el que le dijo: “Nos atacaron Los Rojos y nos estamos defendiendo”.
El mismo Gil, al día siguiente, llamó por teléfono a Casarrubias para decirle: “Los hicimos polvo y los echamos al agua, nunca los van a encontrar”.
Murillo Karam refrendó que los normalistas de Ayotzinapa fueron llevados al basurero de Cocula y fueron interrogados arriba de la barranca para, posteriormente, lanzarlos muertos al fondo e incinerarlos, aunque hay señales de que algunos fueron bajados ahí vivos y asesinados para luego quemarlos junto al resto.
El procurador general de la República resaltó una y otra vez que mientras no se logre la identificación plena de los cuerpos, la PGR continuará buscándolos como desaparecidos.
En relación a las críticas tras la conferencia del viernes pasado, el funcionario aseguró que los avances anunciados “no fueron pobres porque pocas investigaciones en veintitantos días, que es lo que tenía en ese momento.
“En 30 días han resultado tres detenidos de los autores materiales, porque teníamos setenta y tantos en total, pero algunos eran los que entregaron, otros dieron la orden, pero no los materiales” y ahora, dijo, ya están éstos.
Se le preguntó si como abogado le quedaban dudas, a lo que respondió que sí, lo mismo que como defensor, como fiscal de la República.
Reiteró que, tras la persecución, está comprobado que los policías municipales de Iguala y Cocula entregaron a los jóvenes al grupo delictivo de Guerreros Unidos, aunque en las declaraciones no se confirma el número preciso porque algunos hablan de 40, 42 otros de 44 pero “son un número muy grande.
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