martes, 23 de diciembre de 2014
La PGR indaga si la CETEG engañó a normalistas de Ayotzinapa
Daniel Blancas Madrigal |
La Procuraduría General de la República investiga si integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) participaron en un engaño a normalistas de la Escuela Rural de Ayotzinapa, el cual derivó en su desaparición.
De acuerdo con datos de la dependencia, aquel 26 de septiembre los estudiantes fueron engañados para cambiar su ruta y dirigirse a Iguala, lo que no estaba programado.
La indagatoria apunta a la CETEG como posible interesada en desestabilizar el festival público en el cual se destaparía como candidata a la presidencia municipal del Ayuntamiento María de los Ángeles Pineda Villa, esposa de José Luis Abarca, quien entonces era el edil en funciones.
Diversos testimonios recabados por la PGR -de sobrevivientes y otros estudiantes- indican que en el plan original del grupo de normalistas no estaba contemplado acudir al acto de la pareja Abarca. De hecho, su destino era otro: la capital del estado.
“A ellos les dicen primero que los van a llevar a Chilpancingo, pero después los desvían y los llevan a Iguala”, según la Procuraduría.
Las referencias testimoniales apuntan a que en Chilpancingo “secuestrarían camiones” para asegurar el traslado de la plantilla estudiantil y maestros guerrerenses a la ciudad de México, con la intensión de participar en los actos conmemorativos del 2 de octubre del 68.
Conforme a la indagatoria, no era la primera vez que miembros de la CETEG utilizaban a los jóvenes normalistas como brazo operador, tanto para conseguir transporte como para causar alborotos o nutrir marchas.
De entrada, la información de la PGR coincide con la versión del Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”, cuyos abogados han asesorado a las familias de los 43 normalistas que desaparecieron aquella noche.
De acuerdo con la narración de Abel Barrera, director de ese centro, “el plan original de los jóvenes de la normal, entre los cuales están los 43 desaparecidos, era acompañar el 2 de octubre esta gran marcha en el Distrito Federal”.
Y fue más específico: “Ellos querían conseguir 25 autobuses para trasladar más o menos a mil personas que habían comprometido para la marcha, ese era su objetivo, pero se encontraron con estos policías sicarios que los privaron de la vida y los desaparecieron”.
La mayoría de los mil asistentes comprometidos serían maestros de la CETEG, pues la matrícula de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa era sólo de 145 estudiantes.
La tesis apunta a que los maestros dirigentes de la comitiva ocultaron de arranque lo planeado en Iguala, y de última hora -ya camino a Chilpancingo- lo informaron a los normalistas.
Ya en Iguala, éstas son las versiones de lo ocurrido…
Según la PGR, “el grupo de jóvenes a bordo de dos camiones Estrella de Oro se dirigieron rumbo a la entrada de la ciudad, posteriormente se trasladaron a la terminal de autobuses, donde tomaron otros dos camiones de una empresa”.
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