jueves, 8 de octubre de 2015
Anaya desdeña a mujeres en CEN del PAN; les da menos del 30% de cargos
PROCESO Ricardo Anaya, presidente del Partido Acción Nacional (PAN), olvidó sus proclamas en favor de la paridad y equidad de género, porque de los 24 puestos de la dirigencia nacional sólo siete son para mujeres, menos de 30%, y los otros 17 son ocupados por hombres.
Al dar a conocer ayer los nombramientos de los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), que él encabeza, Anaya no sólo encumbró al gobernador y presidenciable Rafael Moreno Valle como coordinador de la Comisión Política, que marcará la “línea política”, sino que desdeñó a las mujeres en su equipo.
En efecto, sólo dos de las ocho secretarías del CEN corresponden a mujeres, ambas de Querétaro, de donde él es originario: Marcela Torres Peimbert, secretaria de Promoción Política de la Mujer, y Adriana Aguilar Ramírez, secretaria de Fortalecimiento Interno, exsecretaria general del PAN en ese estado.
Algo peor ocurre con las coordinaciones de las cinco comisiones que Anaya creó: Sólo una, la de Vinculación con la Sociedad, es para una mujer, la excandidata presidencial Josefina Vázquez Mota.
Y de las diez coordinaciones generales que también creó Anaya, todas unipersonales, sólo cuatro son para
mujeres: La de Desarrollo Urbano y Movilidad, para la diputada local Margarita Martínez Fisher; la de Cultura, para la diputada federal poblana Genoveva Huerta; la de Desarrollo Sustentable, para la senadora Silvia Garza, y la de Formación y Capacitación, para la chihuahuense Rocío Reza.
Como diputado y candidato a la presidencia del PAN, Anaya prometió acceso de las mujeres al poder, como lo proclamó como presidente de la Cámara de Diputados en un discurso que pronunció hace dos años, en octubre de 2013, por la paridad de mujeres y hombres.
“Que nadie se confunda, paridad no es 40% ni 45%, paridad es la mitad, nada más”, exclamó en su discurso en la sesión solemne por la conmemoración del 60 aniversario del voto femenino en México, cuando se pronunció por la equidad de género en los tres órdenes de gobierno, porque “cuando decidimos juntos, decidimos mejor”.
Sólo con reformas para que haya cuotas se ha garantizado que las mujeres ocupen espacios, reconoció Anaya, pero sólo hasta que cambie la cultura, la mentalidad, las actitudes y condiciones generales, como horarios y prestaciones, entonces sí podrían dejar de ser necesarias las cuotas.
Hace un año, también en octubre, Anaya insistió en que el PAN está a favor de la participación de las mujeres y proclamó que no sólo la mitad de los candidatos a diputados sean mujeres, sino paridad como grupo parlamentario.
“En el PAN no queremos la mitad de las candidaturas a diputadas, queremos que la mitad de nuestra bancada en la Cámara sea de mujeres; queremos la paridad no en las candidaturas, queremos paridad en el Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional”.
Y exclamó: “Que nadie se atreva venirles a decir que es abusivo pretender la mitad de las candidaturas; no, no es abusivo, es lo correcto y es lo mejor para México”.
Pero, ya como presidente, Anaya olvidó sus proclamas de género y en su Comité Ejecutivo Nacional dominan los hombres: 17 de 24, por sólo siete mujeres.
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