lunes, 28 de diciembre de 2015

Se fugan tres reos de penal de máxima seguridad en Argentina; están vinculados con Carlos Ahumada

24 HORAS BUENOS AIRES. Tres condenados a cadena perpetua por un triple asesinato cometido en 2008 se fugaron el domingo de una cárcel de máxima seguridad de la provincia de Buenos Aires, lo que provocó el cese de la cúpula del Servicio Penitenciario bonaerense (SPB).
Según fuentes policiales, los hermanos Cristian y Martín Lanatta y Víctor Schillaci escaparon de madrugada tras reducir y maniatar a dos guardias encargados de su custodia en el penal de General Alvear, unos 220 kilómetros al suroeste de la capital argentina. Los tres reos se apoderaron del automóvil de un agente del SPB, con el que recorrieron 200 metros hasta el último puesto de seguridad, redujeron al guardia que estaba de servicio, lo amordazaron y lo llevaron cautivo con ellos hasta el barrio más cercano, donde cambiaron de vehículo. Tras conocerse la fuga, la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, cesó a toda la cúpula del SPB y al jefe de la Unidad Penal de General Alvear. Además, abrió un sumario interno e interpuso una denuncia judicial, según informó el Ministerio de Seguridad bonaerense en un comunicado. De acuerdo con la justicia argentina, los hermanos Lanatta y Schialli habían asesinado a los empresarios Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina por órdenes de Ibar Esteban Pérez Corradi. Las autoridades indicaron que Pérez Corradi manejaba el millonario tráfico de efedrina hacia México y tenía vínculos con el Cártel de Sinaloa, pero mandó a eliminar a Forza, Ferrón y Bina porque quisieron competirle en el negocio y venderles ellos mismos el precursor químico a narcos mexicanos. Asimismo, en declaraciones a medios locales de Argentina, Martín Lanatta acusó que el empresario argentino-mexicano, Carlos Ahumada Kurtz presuntamente tenía vínculos con el negocio de la efedrina. Escándalo para el gobierno de Macri A sólo 18 días de haber comenzado su gestión, Macri tiene que enfrentar la conmoción de un escape que es interpretado como un “pago de favores” de policías corruptos hacia los criminales o una amenaza mafiosa para su gobierno. Antes de las elecciones presidenciales de este año, el ahora prófugo de la justicia Martín Lanatta ofreció una entrevista al principal programa opositor al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner para denunciar que el “triple crimen” había sido ordenado por el entonces jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. El funcionario competía en ese momento por la gubernatura de la provincia de Buenos Aires, que terminó perdiendo en manos de la opositora María Eugenia Vidal. Desde el kirchnerismo reconvertido ahora en oposición, ya denunciaron que la fuga de los criminales fue un “pago de favores” por haber involucrado al ex jefe de Gabinete en el tráfico de efedrina. En medio de la conmoción, otros analistas consideran que el escape es un “mensaje mafioso” al nuevo gobierno macrista, en particular por parte de las fuerzas de seguridad de la provincia de Buenos Aires que están marcadas por la corrupción y la impunidad. El gobierno ya ofreció una recompensa de dos millones de pesos (alrededor de 140 mil dólares) y puso en marcha operativos especiales en las fronteras para tratar de recapturar a los asesinos que son buscados por Interpol y la Agencia Federal de Investigaciones.

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