Don Enrique, deudo de la víctima, aseguró que Locho "es un asesino, dejó a mi compadre como si fuera un perro".
No conforme con el crimen, también amenazó ofendió y humilló a Don Enrique en algunas llamadas telefónicas diciendo: "Chingas a tu madre, cabrón... te voy a buscar y te voy a encontrar...a chingar a tu madre, ¿sí?... y ya te dije, te voy a sacar de las orejas de donde estés... cuídate cabrón, no te hagas pendejo, pinche puto sacatón..." De esta manera, Don Enrique argumenta que "en vez de pedir votos para llegar a la candidatura, Locho debería pedir perdón".
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