Desborda delincuencia en el Metro Cuatro Caminos

• Se estima que en esta estación transitan diariamente 500 mil usuarios, y los robos son a diario.

Por Mario Ruiz Hernández NAUCALPAN, Méx., a 15 de abril del 2015.- De distintas formas y maneras, en las redes sociales, medios de comunicación escrito, el llamado es urgente para detener el delito en todas sus modalidades, y especialmente a través de la sistemática denuncia social en la estación del Metro Cuatro Caminos. Una y otra ocasión, los propios usuarios son testigos “mudos” de lo que a diario pasa en las entrañas de ese paradero; en la propia vida debajo de la tierra y de ello nada es agradable y/o grato. Claro es, que “en Cuatro Caminos nadie se salva. Estudiantes de medicina de la FES Acatlán, amas de casa, niños, y trabajadores todos son víctimas de la delincuencia. En el paradero de la línea 2 del Metro, donde desde el año pasado se ha disparado el asalto a mano armada “sin que autoridades de la Ciudad de México y de Naucalpan de Juárez hagan algo”, narran víctimas a diario capitalino. Es tan común ver robos a plena luz del día, que incluso los propios usuarios saben las diversas formas que tiene los delincuentes para robar. Muertes por resistirse a los asaltos, igualmente que sucede, qué hay amplios registros que para nada se dan a conocer a la opinión pública, aún y con un módulo instalado de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), del estado de México. Desde hace uno años, el “Te abrazo y te asalto”, es la nueva modalidad dentro y fuera del sitio. Explican que la más común es el “abrazo-asalto”, que consiste en hacerse pasar por un amigo o conocido de la víctima a quien abrazan afectuosamente y la intimidan diciéndoles que si no quieren salir heridos “cooperen y suelten todo lo que traen”. “Estudiantes Universitarios de la FES Acatlán, denuncian que los ladrones los tiene bien identificados ya que para poder ingresar a sus clases deben vestir de blanco y portan cajas de plástico donde llevan sus instrumentos dentales de prácticas”. “Se te acercan y abrazándote te dicen que sigas caminando si no quieres terminar herido. Luego con toda tranquilidad te quitan tus instrumentos dentales, te piden el celular y la mochila, y ahí de ti si te les quedas viendo”, refieren. Y ni como resistirte, porque te arrebatan tus cosas y se echan a correr y salen por cualquier andén. “Son tan ágiles que pueden saltar las vallas de metal que dividen cada anden y ni como seguirlos”, se quejan estudiantes entrevistados. Dónde quedó la bolita Otra modalidad es el juego de la pelotita. Se trata de un grupo de entre cuatro y cinco sujetos (entre ellos una mujer) donde te dicen que si descubres en cuál de las cinco tapas esta la pelotita te ganaras hasta 500 pesos. Si te niegas, te agarran de los brazos y te obligan a jugar. “Obviamente nunca ganas, por lo que debes pagar con todo lo que traes, y si no traes, los tipos te amenazan con golpearte seas hombre o mujer”, advierten usuarios. Incluso esta deslelal práctica es reprobada por los propios comerciantes asentados en los andenes, quienes afirman que da lástima ver como estos tipos estafan a la gente. Aquí, en las inmediaciones de la estación, asimismo estudiantes del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT 2) - Gonzalo Vázquez Vela-Voca 2-dan también testimonio de los distintos robos a que son sujetos y más aún a estudiantes del turno vespertino. Las células operan con mayor intensidad los fines de semana, pero el miedo es a diario. Últimos andenes, los peores El paradero de Cuatro Caminos, ubicado entre los límites del Distrito Federal (Miguel Hidalgo y el Estado de México, Naucalpan de Juárez) ocupa el tercer lugar de las estaciones con mayor afluencia, luego de Pantitlán e Indios Verdes. Se estima que en esta estación, transitan a diario 500 mil usuarios y cuenta con 11 andenes de salida. “Los asaltos a mano armada se registran con mayor frecuencia en los últimos andenes: (I, J, K) donde la policía brilla por su ausencia, y a pesar de que hay una oficina de quejas para usuarios, por lo regular está cerrada”, dicen los quejosos. “Los robos a trasuntes aumentaron a raíz de que se desbordó el comercio al interior de los andenes, donde es imposible moverte al menos en las horas pico”.