• De los tres últimos periodos de gobierno con el actual, el de mayor daño a la hacienda por mucho, lo registró la ex munícipe, quien dejó enormes pasivos que todavía hoy aún no se pagan.
Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN Méx., a 23 de enero del 2018.- Es cierto y para nadie es desconocido, que el endeudamiento público de Naucalpan se recrudeció con la ex alcaldesa priísta, Azucena Olivares.
En ese gobierno, en verdad que existió todo tipo de daños, y no fue menor al patrimonio de los trabajadores del ayuntamiento, en donde la señora munícipe les debe más de 40 millones de pesos.
Pero también, en ese mandato, millones de pesos del denominado dinero público, sabrá en dónde quedó.
Si hacemos memoria, y para que no se burlen de la inteligencia de los ciudadanos de la demarcación, aclarar qué pasó con su programa de austeridad, según para generar reservas al año de Un mil 200 millones de pesos.
Lo anterior, al ahorrar recursos y pagar la mitad de salarios a directores, subdirectores y mandos medios y resolver el pasivo heredado de su antecesor panista, José Luis Durán Reveles.
Aunado y entre otros malos manejos del erario, justamente el comprobar ante el Organismo de Fiscalización del Edomex, Osfem, su correcta aplicación.
En ese orden, y del ejercicio fiscal 2011, le fueron encontrados 11 observaciones administrativas resarcitorias por 254 millones, 73 mil 503 pesos, es decir tiene que devolver ese recurso.
Asimismo, el destinar circulante para programas de pobreza a otros fines y que se puede configurar el delito de desviación de recursos públicos y hasta peculado.
Por otra parte, y no fue menor en su gestión, los programas de becas a estudiantes de todos los niveles, incluido el superior, en los que casi siempre, no entregaban el dinero completo.
Los beneficiarios rondaban en los más de 10 mil estudiantes, haciéndolos firmar por cantidades mayores a las que recibían, en algunos casos de 10, 15 o hasta veinte pesos.
Tema aparte, y que actualmente tiene a la hacienda dando “tumbos”, lo es el enorme débito en juicios laborales, toda vez que en su gobierno se registró además, un alto nivel de despidos masivos sin que fuesen liquidados conforme a la ley o a derecho, y hoy reclaman vía administrativa y judicial el pago.
Igual, con proveedores y prestadores de servicios que, bien valdría realizarles una auditoria si efectivamente, entregaron material, o sólo cedieron facturas millonarias a negociar con las administraciones en turno, de los últimos 5 años.
NAUCALPAN Méx., a 23 de enero del 2018.- Es cierto y para nadie es desconocido, que el endeudamiento público de Naucalpan se recrudeció con la ex alcaldesa priísta, Azucena Olivares.
En ese gobierno, en verdad que existió todo tipo de daños, y no fue menor al patrimonio de los trabajadores del ayuntamiento, en donde la señora munícipe les debe más de 40 millones de pesos.
Pero también, en ese mandato, millones de pesos del denominado dinero público, sabrá en dónde quedó.
Si hacemos memoria, y para que no se burlen de la inteligencia de los ciudadanos de la demarcación, aclarar qué pasó con su programa de austeridad, según para generar reservas al año de Un mil 200 millones de pesos.
Lo anterior, al ahorrar recursos y pagar la mitad de salarios a directores, subdirectores y mandos medios y resolver el pasivo heredado de su antecesor panista, José Luis Durán Reveles.
Aunado y entre otros malos manejos del erario, justamente el comprobar ante el Organismo de Fiscalización del Edomex, Osfem, su correcta aplicación.
En ese orden, y del ejercicio fiscal 2011, le fueron encontrados 11 observaciones administrativas resarcitorias por 254 millones, 73 mil 503 pesos, es decir tiene que devolver ese recurso.
Asimismo, el destinar circulante para programas de pobreza a otros fines y que se puede configurar el delito de desviación de recursos públicos y hasta peculado.
Por otra parte, y no fue menor en su gestión, los programas de becas a estudiantes de todos los niveles, incluido el superior, en los que casi siempre, no entregaban el dinero completo.
Los beneficiarios rondaban en los más de 10 mil estudiantes, haciéndolos firmar por cantidades mayores a las que recibían, en algunos casos de 10, 15 o hasta veinte pesos.
Tema aparte, y que actualmente tiene a la hacienda dando “tumbos”, lo es el enorme débito en juicios laborales, toda vez que en su gobierno se registró además, un alto nivel de despidos masivos sin que fuesen liquidados conforme a la ley o a derecho, y hoy reclaman vía administrativa y judicial el pago.
Igual, con proveedores y prestadores de servicios que, bien valdría realizarles una auditoria si efectivamente, entregaron material, o sólo cedieron facturas millonarias a negociar con las administraciones en turno, de los últimos 5 años.
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