• Desde hace más de cinco años atrás, centros de vicio por ejemplo cerca de la FES-Acatlán, desde las 10:00 horas ya están en pleno “reve” y más los fines de semana.
Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN Méx., a 3 de octubre del 2018.- Complicado aún y resulta de todo aquello que se ha dejado del gobierno de Olvera y de sus dos antecesores, la operación abierta de antros.
Los problemas para nada son menores, y todavía para quienes se encuentran librando una completa batalla, para lograr el amparo judicial y evitar su cierre, en el que entre otras cosas, vuelven a reabrir con diferente nombre.
Lo peor, que últimamente muchos de este tipo de negocios tanto son ubicados muy cercanos a centros escolares como en unidades habitacionales, generando conflictos vecinales profundos.
Lo decíamos en este espacio, la brutal modificación del suelo habitacional para transformar el piso urbano en comercial e instalar una serie de negocios incluso en casa-habitación.
En ese orden, podemos observar diversos giros en indefinidad de lugares, pero lo peor, centros de vicio operando desde las 10 de la mañana, por ejemplo en Santa Cruz Acatlán.
No es para nadie desconocido que muy cerca de la Facultad de Estudios Superiores (FES), Acatlán, más de una que dos chelerías funcionan a todo lo que dan, y más los días jueves y viernes.
Por cierto, de estos dos negocios, nadie lo ha podido clausurar de manera definitiva y sistemáticamente como un impecable “juego perverso”, sólo un tiempo es cerrado y de pronto son abiertos súbitamente.
Mientras que otros, en la periferia del Centro de Servicios Administrativo- CROSA, mejor ubicado como Tránsito, la situación es todavía más delicada, por los escándalos derivados del ruido.
Aunado, a los problemas entre comensales, al interior y exterior de los antros, además de no respetar los horarios fijados para la industria nocturna, aquí y en otras zonas de “junior”.
Pero también, destacar que no son de 8 0 9 meses, son de al menos 6 años de haberles concedido la rara licencia de funcionamiento y autorizaciones respectivas, a efecto de trabajar en áreas habitacionales con las implicaciones que resulta a los residentes.
De hecho y por denuncias realizadas a “Vallemex Noticias”, comunican de estar ya hartos con el entorno que se presenta, todos los fines de semana.
Asimismo, con otros establecimientos que además no tienen espacios suficientes o mínimo cajones de estacionamiento, que impiden la libre circulación de habitantes del perímetro.
Igualmente, el afectar la movilidad de la zona y entroncar en plena vía pública numerosos vehículos de “guaruras, guarros y/o escoltas”, que nada se les puede decir porque “sacan el cuete”.
NAUCALPAN Méx., a 3 de octubre del 2018.- Complicado aún y resulta de todo aquello que se ha dejado del gobierno de Olvera y de sus dos antecesores, la operación abierta de antros.
Los problemas para nada son menores, y todavía para quienes se encuentran librando una completa batalla, para lograr el amparo judicial y evitar su cierre, en el que entre otras cosas, vuelven a reabrir con diferente nombre.
Lo peor, que últimamente muchos de este tipo de negocios tanto son ubicados muy cercanos a centros escolares como en unidades habitacionales, generando conflictos vecinales profundos.
Lo decíamos en este espacio, la brutal modificación del suelo habitacional para transformar el piso urbano en comercial e instalar una serie de negocios incluso en casa-habitación.
En ese orden, podemos observar diversos giros en indefinidad de lugares, pero lo peor, centros de vicio operando desde las 10 de la mañana, por ejemplo en Santa Cruz Acatlán.
No es para nadie desconocido que muy cerca de la Facultad de Estudios Superiores (FES), Acatlán, más de una que dos chelerías funcionan a todo lo que dan, y más los días jueves y viernes.
Por cierto, de estos dos negocios, nadie lo ha podido clausurar de manera definitiva y sistemáticamente como un impecable “juego perverso”, sólo un tiempo es cerrado y de pronto son abiertos súbitamente.
Mientras que otros, en la periferia del Centro de Servicios Administrativo- CROSA, mejor ubicado como Tránsito, la situación es todavía más delicada, por los escándalos derivados del ruido.
Aunado, a los problemas entre comensales, al interior y exterior de los antros, además de no respetar los horarios fijados para la industria nocturna, aquí y en otras zonas de “junior”.
Pero también, destacar que no son de 8 0 9 meses, son de al menos 6 años de haberles concedido la rara licencia de funcionamiento y autorizaciones respectivas, a efecto de trabajar en áreas habitacionales con las implicaciones que resulta a los residentes.
De hecho y por denuncias realizadas a “Vallemex Noticias”, comunican de estar ya hartos con el entorno que se presenta, todos los fines de semana.
Asimismo, con otros establecimientos que además no tienen espacios suficientes o mínimo cajones de estacionamiento, que impiden la libre circulación de habitantes del perímetro.
Igualmente, el afectar la movilidad de la zona y entroncar en plena vía pública numerosos vehículos de “guaruras, guarros y/o escoltas”, que nada se les puede decir porque “sacan el cuete”.
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