Naucalpan. Méx. –Ex alcaldes y ex diputados del PRI integrados el grupo denominado “Los Pípilas” rechazan cualquier propuesta que pretenda cambiar de nombre, colores y escudo al tricolor; “porque el PRI no es un gobernador, el Presidente de la República, Senador o Diputado; el PRI es el partido que tiene los estatutos más claros, fuertes y la militancia más leal y dedicada a la ciudadanía, por eso nos oponemos a que se cambie cualquiera de sus distintivos”, expresó en conferencia de prensa el ex alcalde de Cuautitlán Izcalli Héctor Karín Carvallo Delfín.
Agregó que el PRI no tiene la culpa de Gobernadores como Javier Duarte y otros alcaldes hayan saqueado Veracruz y sus tierras, los cuales, con su conducta, “nos han dejado a nosotros en una situación vergonzosa para portar las siglas de nuestro partido”, dijo Carvallo Delfín, quien estuvo acompañado de los exalcaldes de Otumba, Coacalco, Teoloyucan: Francisco Espinosa, David Sánchez Isidoro y Feliciano Martínez Flores, respectivamente, y la ex diputada local Roxana Bernal Bolnik, entre otros. Cabe señalar que se les dice “Los Pípilas”, porque a pesar del descrédito de tricolor se aferran a carga en sus espaldas dicha loza.
Carvallo Delfín abundó que hoy dicho partido no puede cambiar de siglas, porque, a pesar que perdió la elección, tiene la capacidad de amalgamar voluntades y un liderazgo que ningún otro partido tiene; sin embargo, “Los Pípilas” exigieron que sean expulsados del PRI militantes, incluidos alcaldes o ex alcaldes, que le fallaron al partido el 1 de julio; actualización del padrón de afiliados y pugnaron porque su nuevo dirigente estatal sea electo por voto directo de la militancia, pues advirtieron que si no hay “una renovación a fondo”, “se extingue” el tricolor en el Estado de México y entregará la gubernatura al partido Morena en el 2023.
“No somos agachones, ni sumisos”, acotó Carvallo Delfín, quién en nombre de todos los presentes cuestionó el “fastrak” aplicado por la dirigencia del PRI para imponer la noche del martes, a la nueva dirigencia en el Estado de México. Añadió que dirigencia debe sentar precedente a nivel nacional y consolidar en territorio mexiquense el nuevo rostro del PRI, y no cometer los mismos errores que llevaron al tricolor a la debacle electoral por pérdida de credibilidad de ciudadanos y de militantes, lo que se traduce en la derrota del pasado 1 de julio cuando en el PRI en el Estado de ganó sólo una de 45 diputaciones de mayoría en la Legislatura mexiquense y 23 de 125 alcaldías, cuando hasta este 2018 controlaba 83 municipios.
La ex regidora priista de Cuautitlán Izcalli, Rita Castro Fuentes, exigió a la dirigencia estatal asumir su responsabilidad e impulsar la elección democrática del próximo dirigente de candidato con consulta a la base en el primer mes del 2019. “Estoy encabronada de tanto dedazo, ¡ya basta!, exigimos el paso a un líder nato y que queda claro, si no hay consulta a la base, si no hay un cambio verdadero vamos derecho a perder el registro del partido”, advirtió.
David Sánchez Isidoro consideró que el primer paso que debe dar el PRI es reconocer que cometió errores, por cuya razón muchos militantes se fueron del partido; pero que también es cierto que muchos traicionaron al PRI, a tal grado que consumaron la traición con los propios recursos que el tricolor les dio. Consideró que ahora el PRI debe escuchar a la gente y dar oportunidades a militantes que durante muchos años han trabajado en favor de tricolor y a los cuales “lamentablemente no se les quiso abrir las puertas”.
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