• El Colectivo Alabel Dhuche está compuesto por más de 30 artesanas y artesanos, quienes mantienen vivas técnicas tradicionales de textil en las que preservan su cultura
Preservar y exaltar la cultura Teenek es la misión que se propuso la artesana especialista en punto de cruz Cecilia Santiago Martínez desde el 2009, cuando fundó el Colectivo Alabel Dhuche, Manos Indígenas, bastión de la herencia Teenek en Tamaletón, municipio de Tancanhuitz, San Luis Potosí, y lugar en el que se bordan capítulos de la historia de ese pueblo, que se preservan para contar algo más que hilos.
El Colectivo Alabel Dhuche está compuesto por más de 30 artesanas y artesanos, quienes mantienen vivas las técnicas del bordado plasmando historias de su cultura Teenek, que, dicho por Cecilia, representan el legado ancestral, así como el sustento de muchas familias que gracias al trabajo colectivo han encontrado la independencia económica.
Cecilia recuerda que al principio solo elaboraban quexquémitl y talegas (bolsas), pero gracias a los cursos y talleres que tomaron con el apoyo de la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí sobre confección, comenzaron a innovar con diferentes prendas, como vestidos, camisas, ropa de bebé, pulseras, diademas, cosas pequeñas; hasta que les interesó recopilar el significado de los colores y los bordados.
“Quisimos investigar sobre los bordados más antiguos y nos dimos cuenta de que eran muy difíciles de encontrar, ya casi no hay, y los pocos que se encuentran vienen de las abuelitas con quienes hay que ganarse primero la confianza para que nos puedan dar información sobre ese pedazo de historia,que también complementamos con la información de otras fuentes como los antropólogos”, resalta la artesana.
Bajo la dirección de Cecilia Santiago, los miembros del colectivo están escribiendo activamente el próximo capítulo de su comunidad: “Me gusta apoyar a mi comunidad y poder preservar y mantener viva las costumbres y tradiciones, así como los bordados que nos representan como pueblo Teeneky del cual estoy muy orgullosa. Continuaré con mis proyectos para que mis raíces y lo más valioso de estas no desaparezca”, recalca la artesana nacida en la comunidad de Tamaletom 2a. sección.
Cecilia comenzó a bordar desde los 7 años al ser aprendiz de una abuelita que le enseñaba durante las tardes, cuando salía de la escuela. Es licenciada en Puericultura, pero no ejerce, ya que decidió dedicarse a bordar y a cuidar a su familia. Actualmente vive del bordado y desde el 2009 a la fecha da capacitación a niñas y niños y a gente que le interese aprender a bordar.
“Doy pláticas de psicología a mis artesanas porque me he dado cuenta de que nuestros bordados están entrelazados con nuestra psicología, ya que nosotras reflejamos nuestros ánimos en los bordados; también comparto mis saberes sobre medicina tradicional, la cual nos han dejado nuestros ancestros”.
En el Colectivo Alabel Dhuche se realiza todo el proceso de creación, desde los bocetos, hasta la experimentación con colores sobre la tela, principalmente la manta, con bordados de hilos de algodón. Al proceso creativo de estas mujeres, que comienza apenas sale el sol, se han sumado los tres hijos de Cecilia, quienes también bordan, su hija de 12 años que está en el proceso de aprendizaje, y su esposo, quien se encarga de los diseños y la comercialización, ya es una empresa familiar que en colectivo del 2021 al 2023 han participado activamente en las ediciones de "ORIGINAL. Encuentro de Arte Textil Mexicano" en el Complejo Cultural Los Pinos, así como en concursos nacionales e internacionales donde han obtenido primeros lugares.
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