Utilizando hilos y tintes naturales como el añil silvestre, la grana cochinilla, las agallas de roble y el palo de tinta, Vázquez Lomelí busca rescatar prácticas en peligro de desaparecer.
En entrevista, el joven artesano cuenta que su interés por los textiles comenzó a muy temprana edad, cuando tenía apenas 14 años: “Empecé haciendo macramé y bordados regionales gracias a mi familia, quienes sabían de deshilados y punto de cruz. Fue mi bisabuela quien me enseñó a hilar con malacate”, recuerda.
Desde entonces, su curiosidad por los textiles fue en aumento, lo que lo llevó a experimentar con el telar de cintura en 2015 y, posteriormente, con el telar de pedales, que adquirió del artesano Jesús Arroyo.
En entrevista, el joven artesano cuenta que su interés por los textiles comenzó a muy temprana edad, cuando tenía apenas 14 años: “Empecé haciendo macramé y bordados regionales gracias a mi familia, quienes sabían de deshilados y punto de cruz. Fue mi bisabuela quien me enseñó a hilar con malacate”, recuerda.
Desde entonces, su curiosidad por los textiles fue en aumento, lo que lo llevó a experimentar con el telar de cintura en 2015 y, posteriormente, con el telar de pedales, que adquirió del artesano Jesús Arroyo.
Casi de inmediato, aprendió a teñir con diversos tintes naturales de la región; esto, de acuerdo con sus palabras, marcó un antes y un después en su trayectoria como artesano textil.
Uno de los aspectos más destacados de su trayectoria es el rescate de los tintes naturales, un conocimiento que había sido transmitido oralmente por generaciones.
“Al principio pensé que en mi pueblo ya no había esos conocimientos, pero empecé a investigar y a entrevistar a los mayores. Fue así como descubrí que muchas plantas que consideraba malezas eran en realidad parte esencial del teñido, como la jarilla, que, además de fijar colores, se usa en otras partes del proceso de tejido”, comenta el artesano.
Explorando su propio estilo, Vázquez Lomelí buscó innovar en las tradiciones, así que logró hacer en telar la iconografía tradicional de su familia, aunque esta había sido, por cinco generaciones, hecha sólo en bordados.
Esta búsqueda le ha permitido explorar nuevos diseños y combinaciones de colores que, aunque no siempre se ajustan a lo tradicional, le han otorgado distinción: “Utilizo combinaciones de colores que se me ocurren en el momento. A veces salen de lo convencional, pero se ven bonitas”, explica.
Uno de sus proyectos más significativos ha sido el rescate de la Cobija prieta, un tipo de manta tejida que, de acuerdo con el creador, estuvo en desuso desde la década de 1980.
“Pensaba que los tejidos que veía en mi pueblo venían de otros lugares, pero después de hablar con personas mayores me di cuenta de que aquí también se tejían cobijas y gabanes. Fue entonces cuando me dediqué a buscar a las familias de los antiguos tejedores y recopilar sus historias y técnicas”, comparte el maestro. Este esfuerzo le valió ser beneficiario del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC) con su proyecto “Rescate de la Cobija Prieta”.
Asimismo, Vázquez Lomelí señala que no sólo se dedica a la creación de textiles: también, a la enseñanza. Desde 2016 hasta 2021, se desempeñó como docente en la Casa del Artesano en Tepatitlán y Acatic, donde enseñaba a tejer en telar de cintura y colonial. Además, ha impartido talleres en distintos municipios de Jalisco, promoviendo el uso de tintes naturales y técnicas de tejido.
"La respuesta ha sido muy positiva. En algunos lugares, como Jocotepec, el interés de los jóvenes fue tan grande que lograron crear su propia escuela de telar gracias a un taller que impartí", relata.
Su labor ha sido reconocida en varias ocasiones. En 2020, fue galardonado con el Premio Especial para Jóvenes en el Concurso Estatal de Artesanías de Jalisco; y en 2021 obtuvo el primer lugar en la categoría Textiles, con su pieza Morral Mestizo, en el mismo concurso. En 2024, ganó el Galardón Jalisco y Arte Indígena con su obra Recuerdos color añil, una pieza que destaca por el uso de tintes naturales y la aplicación de técnicas tradicionales de los Altos de Jalisco.
Fuera de su Estado, también ha participado en diversas exposiciones y encuentros nacionales, tales como el Encuentro Nacional del Sarape en Contla, Tlaxcala, y la Expo Fibras, Hilados y Tejidos en la Universidad de Guadalajara.
Actualmente, Óscar Armando Vázquez Lomelí trabaja desde su Casa Taller Tecuani Arte Textil, donde se dedica a la creación de piezas únicas y a la enseñanza de las técnicas tradicionales que ha rescatado.
Finalmente, destaca que continuará su esfuerzo por preservar las técnicas ancestrales, asegurando que el legado textil de los Altos de Jalisco siga vivo a través de las nuevas generaciones, mientras las adapta a las demandas y gustos actuales.
Para conocer más sobre el trabajo de Oscar Armando Vázquez, su proceso creativo y los proyectos que tiene en puerta, puedes seguirlo en Instagram como @tecuani_arte_textil.
Uno de los aspectos más destacados de su trayectoria es el rescate de los tintes naturales, un conocimiento que había sido transmitido oralmente por generaciones.
“Al principio pensé que en mi pueblo ya no había esos conocimientos, pero empecé a investigar y a entrevistar a los mayores. Fue así como descubrí que muchas plantas que consideraba malezas eran en realidad parte esencial del teñido, como la jarilla, que, además de fijar colores, se usa en otras partes del proceso de tejido”, comenta el artesano.
Explorando su propio estilo, Vázquez Lomelí buscó innovar en las tradiciones, así que logró hacer en telar la iconografía tradicional de su familia, aunque esta había sido, por cinco generaciones, hecha sólo en bordados.
Esta búsqueda le ha permitido explorar nuevos diseños y combinaciones de colores que, aunque no siempre se ajustan a lo tradicional, le han otorgado distinción: “Utilizo combinaciones de colores que se me ocurren en el momento. A veces salen de lo convencional, pero se ven bonitas”, explica.
Uno de sus proyectos más significativos ha sido el rescate de la Cobija prieta, un tipo de manta tejida que, de acuerdo con el creador, estuvo en desuso desde la década de 1980.
“Pensaba que los tejidos que veía en mi pueblo venían de otros lugares, pero después de hablar con personas mayores me di cuenta de que aquí también se tejían cobijas y gabanes. Fue entonces cuando me dediqué a buscar a las familias de los antiguos tejedores y recopilar sus historias y técnicas”, comparte el maestro. Este esfuerzo le valió ser beneficiario del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC) con su proyecto “Rescate de la Cobija Prieta”.
Asimismo, Vázquez Lomelí señala que no sólo se dedica a la creación de textiles: también, a la enseñanza. Desde 2016 hasta 2021, se desempeñó como docente en la Casa del Artesano en Tepatitlán y Acatic, donde enseñaba a tejer en telar de cintura y colonial. Además, ha impartido talleres en distintos municipios de Jalisco, promoviendo el uso de tintes naturales y técnicas de tejido.
"La respuesta ha sido muy positiva. En algunos lugares, como Jocotepec, el interés de los jóvenes fue tan grande que lograron crear su propia escuela de telar gracias a un taller que impartí", relata.
Su labor ha sido reconocida en varias ocasiones. En 2020, fue galardonado con el Premio Especial para Jóvenes en el Concurso Estatal de Artesanías de Jalisco; y en 2021 obtuvo el primer lugar en la categoría Textiles, con su pieza Morral Mestizo, en el mismo concurso. En 2024, ganó el Galardón Jalisco y Arte Indígena con su obra Recuerdos color añil, una pieza que destaca por el uso de tintes naturales y la aplicación de técnicas tradicionales de los Altos de Jalisco.
Fuera de su Estado, también ha participado en diversas exposiciones y encuentros nacionales, tales como el Encuentro Nacional del Sarape en Contla, Tlaxcala, y la Expo Fibras, Hilados y Tejidos en la Universidad de Guadalajara.
Actualmente, Óscar Armando Vázquez Lomelí trabaja desde su Casa Taller Tecuani Arte Textil, donde se dedica a la creación de piezas únicas y a la enseñanza de las técnicas tradicionales que ha rescatado.
Finalmente, destaca que continuará su esfuerzo por preservar las técnicas ancestrales, asegurando que el legado textil de los Altos de Jalisco siga vivo a través de las nuevas generaciones, mientras las adapta a las demandas y gustos actuales.
Para conocer más sobre el trabajo de Oscar Armando Vázquez, su proceso creativo y los proyectos que tiene en puerta, puedes seguirlo en Instagram como @tecuani_arte_textil.
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