martes, 3 de diciembre de 2013

El espionaje a Carlos Pellicer

Aunque al aceptar su postulación para el Senado de la República el propio Carlos Pellicer Cámara aseguró que su única experiencia política era repartir volantes, lo cierto es que la Dirección Federal de Seguridad le mantuvo un seguimiento de un cuarto de siglo a su afinidad con el comunismo, el régimen cubano y su particular belicosidad contra el imperialismo, representado en Estados Unidos. Pellicer, un poeta consagrado ya para mediados del siglo pasado, era también un objetivo en las violaciones de correspondencia y vigilancia personalizada por agentes de la Dirección, por lo menos desde 1954 y hasta el momento de su muerte, el 16 de febrero de 1977. Incluso, para cerrar su expediente, la Dirección Federal de Seguridad que comandaba en ese momento el capitán Luis de la Barreda Moreno, mantuvo vigilancia en el velatorio del poeta tabasqueño. En varios legajos, disponibles ahora en el Archivo General de la Nación, en cuanto a las ideas políticas del poeta tabasqueño se informa tanto de los actos como las reuniones privadas a las que acudía. Nunca se hace mención a su vida privada. Dice la ficha que la DFS tenía sobre Pellicer: “De filiación comunista. Furibundo enemigo de los Estados Unidos de Norteamérica, país al que constantemente lanza ataques. Simpatizador del régimen castrista de Cuba, país al que frecuentemente visita. Miembro del Instituto México-Cubano de Relaciones Culturales “José Martí”. Miembro del Comité Mexicano de Solidaridad con Vietnam”. En una entrevista en febrero de 1976, al iniciar su campaña, para el diario Excelsior que entonces dirigía Julio Scherer, Pellicer Cámara se reconoce a sí mismo como alguien que nunca ha participado en política pues, señala, “mi única experiencia, si así se le puede llamar, fue repartir volantes de protesta, coléricos, cuando así me lo dictaba mi convicción e incluso ir a la cárcel”. Era muy probable que Pellicer recordara una carta que envió el 4 de noviembre de 1965 al entonces embajador de Estados Unidos en México, Fulton Freeman, condenando una declaración de la Cámara de Representantes estadounidense “por la que se amenaza a los países indoamericanos con la intervención armada”. “No, señor Embajador, ya las cosas están cambiando; ahora ya estamos dispuestos a todo. ¿Comprende usted? El intervencionismo norteamericano, en todas partes y en todos los órdenes, les ha traído a ustedes una ola magnífica de odio y de desprecio”, le dice Pellicer en el texto. La carta luego la convirtió en volante y los estuvo repartiendo en Teotihuacán, donde fue detenido. Sin embargo, pese a señalarse poco avezado en la política, Pellicer admitía su proclividad al socialismo. “Desde mi adolescencia no oí en mi casa más que la palabra socialismo y estoy en el socialismo por educación y por convencimiento; de manera que sigo creyendo que en este momento como renovación, como orden mundial, no hay otra cosa más que el socialismo”, dijo un año antes de morir. Dentro del expediente de Carlos Pellicer en manos de la Dirección Federal de Seguridad, el primer reporte se consigna el 20 de julio de 1954 y refleja las simpatías de la mayoría de los empleados por el poeta para que presida el Instituto Mexicano de Bellas Artes, en sucesión de su también paisano, Andrés Iduarte. El último reporte, como ya hemos dicho, se consigna 23 años después, durante su velatorio. Sin embargo, al menos respecto de las posiciones políticas del poeta hay un vacío entre los años 1954 y 1963, tiempo en el que se ocupa de actividades literarias y de su obra museográfica en Tabasco y otros estados. Un marcaje fuera de México También, se consignan sus viajes, sus intervenciones en distintos eventos y reuniones, como la que sostuvo con el Premio Nobel de Literatura, Miguel Ángel Asturias, la noche del 14 de noviembre de 1972 en su casa de Sierra Nevada 783, en Las Lomas, en ocasión de la visita del escritor México, así como la cena a la que acudieron con familiares del propio Pellicer en otro domicilio. Los datos exactos en las horas y domicilios eran posibles gracias al seguimiento personalizado que se hacía al poeta por parte de los agentes. Aunque quizás no todo era infalible, si se atiende la versión de la familia del nacimiento de Pellicer en un mes de enero. Dentro de todos los informes destaca que Pellicer nació el 23 de noviembre de 1899. También, se cuenta con un expediente en el que se reportan las entrevistas y noticias del poeta, así como fotografías de las personas que saludaba en sus apariciones públicas. FICHADO EN SU PAÍS Así es como lo tenía clasificado la DFS al poeta: • Nombre: Carlos Pellicer Cámara • De filiación comunista. • Furibundo enemigo de los Estados Unidos de Norteamérica, país al que constantemente lanza ataques. • Simpatizador del régimen castrista de Cuba, país al que frecuentemente visita. • Miembro del Instituto México-Cubano de Relaciones Culturales “José Martí”. • Miembro del Comité Mexicano de Solidaridad con Vietnam”.

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