martes, 1 de abril de 2014
La opinión de...Salvador Ferrer i Paradeda (Tú… tú… tú… y los demás, señor “maestro”)
Tú… tú… tú… y los demás, señor “maestro”
Salvador Ferrer i Paradeda.
Dicen que quien bien te quiere te hará llorar, pero quien te odia … debe ser peor. No hay término medio, seguramente tampoco hay negaciones o afirmaciones, debe ser cosa de la vida que nos toca vivir y ante ello, no hay más remedio que apechugar.
Paseando por la pradera, rodeado de un manto verde, pájaros volando, cielo azul, tranquilidad y algo de pensamiento frivolizado, llegas a la conclusión de que TÚ, no eres más que ÉL, y yo… pues eso, yo ni sé lo que soy.
Satanás debe estar riéndose y el pobre ángel buscando la forma de salir del atolladero. Es un mundo de pecado el que nos toca vivir, un mundo de tentaciones que aguardan en cada esquina, pecados envueltos en un papel brillante y con un lacito de color fucsia que aturde, algo así como una caja de bombones en plena época de dieta, o también un taco de carnitas sin salsa.
Resulta que la SEP (Secretaría de educación pública) nos dice que hay 39 mil maestros que no dan clases (ni se sabe cual es su función o si realmente existen) y otros tantos de baja, un total de casi 80 mil sueldos que vuelan y vuelan, y muchas escuelas sin techo, sin agua y sin casi nada. Ese TÚ al que me refiero va por ti… “maestrillo de tres cuartos”, hombre (o mujer) que te dedicas a robar, a malversar y meterte el dedo en la nariz para sacarte los “mocos” mientras hay niños y niñas que reclaman educación y algo de atención.
Maestro venido a menos y con una singularidad; ser parásito en un mundo de locuciones adversas. Pseudo maestros a los que deberíamos meter en la cárcel –como mínimo- y pasarlos por la “papaya” antes de que generen más parásitos que heredarán una plaza a la cual…volver a sacar jugo y seguir sacándose los “mocos”.
Una cosa nos salva, la vocación y profesionalidad de quienes están cada día preocupándose por sus alumnos y aprendiendo las enseñanzas que los pequeños “mocosos” les van dando…que son muchas.
Tú…Tú…Tú… y yo.
Muchas diferencias y poco que admirar, “amigo mocoso” y digo lo de mocoso para no emplear un adjetivo de mayor impacto, algo así como; vividor, abusador, sablista, comensal, petardista, gorrón, disoluto, licencioso… aunque no creo que sepas el significado de lo que digo, no estás preparado para ello, es más, incluyo en la misma lista a todo aquel que desde su poltrona permite que puedas existir, que también son muchos y con la misma calificación.
Es hora de dar un golpe de timón o de plano nos hundiremos en la inopia (ignorancia) y vamos a educar a más parásitos.
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