sábado, 3 de mayo de 2014
El sudeste de Ucrania intenta entender al nuevo régimen: "¿Por qué nos odian?"
"Ira", "desencanto" y "orgullo" son tres palabras que resumen el estado de ánimo en el sureste de Ucrania. Sin embargo, hay una cosa que la mayoría de los ciudadanos de esa región ansían más que cualquier otra: un referéndum sobre su futuro.
El documental 'Diario de la crisis' muestra imágenes nunca antes vistas en televisión sobre la reacción de los habitantes en Ucrania del Este y sobre cómo se han visto afectados desde que el Gobierno autoproclamado de Kiev llegó al poder.
"¿Qué ha hecho el Gobierno de Kiev para unificar a Ucrania? Ordenaron ofensivas militares contra la población. No somos separatistas, no somos radicales. Somos ocho millones de ucranianos que simplemente hablamos otro idioma. ¿Cuándo van a dejar de llamarnos separatistas?", se pregunta una jubilada de Lugansk.
"Tenemos que vivir en paz. Somos hermanos y no deberíamos luchar entre nosotros. ¿Cómo es posible que el Gobierno de Kiev haya dado órdenes de matar a su propio pueblo en Slaviansk?", se pregunta otro vecino de esa localidad.
Slaviansk ha sido el bastión de la insurrección anti Kiev. Hace apenas unos meses, era solo otra ciudad en la región de Donetsk, el centro industrial de Ucrania. Sin embargo, desde que el Gobierno golpista llegó al poder tras derrocar al presidente Víktor Yanukóvich, que nació precisamente en esa región, las cosas han cambiado.
© REUTERS Baz Ratner
"Es nuestra tierra. Tenemos nuestra propia cultura e idioma y vienen a nuestra tierra a imponernos su voluntad. Mis abuelos murieron en la Segunda Guerra Mundial. Nunca cantaré 'Gloria a Ucrania' o 'Gloria [al líder nacionalista Stepán] Bandera'. Espero que capten el mensaje", comenta un habitante de Slaviansk.
¿Hasta cuando nos van a llamar terroristas y separatistas? Somos gente como todos, la única diferencia es que no hablamos el ucraniano. ¿Por qué odian tanto a su propio pueblo? ¿De dónde viene tanto odio? Solo queremos que nos dejen vivir en paz
La gran mayoría de los manifestantes anti Kiev están desarmados. Llevan bates y llevan puestos viejos uniformes militares, pero pocos tienen armas de fuego como las de las fuerzas leales al Gobierno golpista.
"Dmitri Yárosh, el líder del Sector Derecho, está formando el batallón represivo [conocido como] Donbás para luchar contra nosotros, personas desarmadas que estamos defendiendo nuestros derechos legítimos", agrega otro hombre.
El documental muestra lo difícil que se ha convertido el día a día para muchos ucranianos de habla rusa que viven en su propio país. Se detiene a las personas en la calle y son golpeados o arrestados simplemente por llevar una cinta de San Jorge, que sirve para homenajear a aquellos que murieron en la Segunda Guerra Mundial. Los grupos ultranacionalistas y radicales deambulan por las calles alimentando y avivando la tensión.
"¿Hasta cuando nos van a llamar terroristas y separatistas? Somos gente como todos, la única diferencia es que no hablamos el ucraniano. ¿Por qué odian tanto a su propio pueblo? ¿De dónde viene tanto odio? Solo queremos que nos dejen vivir en paz", suplica una mujer entre lágrimas.
© REUTERS Vasily Fedosenko
"Queremos aquella Europa por la que lucharon los cruzados, la Europa por la que lucharon los nacionalistas europeos. Una Europa para la gente blanca. Ahora los musulmanes humillan a la población autóctona, les quitan sus tierras. Vamos a luchar por Europa, una Europa para los blancos, una Europa tradicional", exclamaba un líder nacionalista durante un mitin en Donetsk.
Es difícil para los residentes locales del sudeste de Ucrania entender que las autoridades de su propio país los estén atacando simplemente porque tienen diferentes puntos de vista.
Hay un clima de anarquía en el país, siendo la población del sureste de esa nación la más vulnerable. Muchos de los que viven en ciudades como Kiev u Odesa sienten que no cuentan con la protección de la Policía ante los ataques de los radicales del Sector Derecho.
Un referéndum parece ser la única opción viable para terminar con este conflicto.
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